Diálogos con el aula es un ciclo de conferencias destinado a los alumnos del grado de Lenguas Aplicadas de la UPF (Universidad Pompeu Fabra) de Barcelona. Estos estudiantes cursan asignaturas que les preparan para diferentes salidas profesionales, entre las cuales se cuenta la de docente de Lengua.
Ayer tuve la suerte de compartir con ellos lo que representa para mí enseñar Lengua en Secundaria. Confieso que me costó sintetizar en una hora las líneas metodológicas que fundamentan mi trabajo (y el de muchos compañeros), y más sabiendo que reciben clases de autoridades en la materia como Daniel Cassany. Esta es la presentación que utilicé, acompañada de algunas reflexiones que me parece interesante recoger, porque completan el mensaje de las diapositivas.
1. El currículum es un documento con orientaciones y objetivos a los que se puede llegar por distintos caminos. Lo importante es dibujar bien las rutas y saber con certeza cuáles son las metas educativas que nos trazamos. Como dice El Roto: Si todos caminamos en la misma dirección, ¿cómo sabremos que no hay otra?
2. Enseñar a interpretar diferentes tipos de textos no asegura que los alumnos sepan elaborar los suyos propios. Y al revés: enseñar las técnicas de escritura no garantiza que el alumno logre una correcta comprensión de los textos. Leer y componer textos son prácticas complementarias.
3. Asimismo, enseñar gramática tampoco es garantía de que los alumnos sepan reflexionar sobre la arquitectura lingüística de los textos y menos que sepan reflexionar sobre el uso que hacen de la lengua en sus propias producciones.
4. Enseñar siempre los mismos conceptos gramaticales es como calzarse un zapato viejo, desgastado que pide a gritos se sustituido por uno nuevo. Los docentes de Lengua debemos comprobar los conocimientos previos de los alumnos, para ayudarles a descubrir otros nuevos. Debemos ser capaces de abrir los ojos a nuestros alumnos para que amplíen el alcance de sus interpretaciones y reflexiones (gramaticales, textuales, pragmáticas).
5. El trabajo en el aula debe estar bien planificado. No debe cegarnos la originalidad de una idea o la certeza de que será atractiva para los alumnos, si esta no responde a unos objetivos educativos. Un proyecto de escritura no es un enunciado, es un proceso que requiere un acompañamiento. ¡Cuántas veces no habré desechado actividades que en una primera lectura eran muy aparentes!
6. Enseñar a reflexionar a partir de modelos es una práctica bendecida por la pedagogía, pero también debemos reivindicar la función didáctica de los contraejemplos.
7. Reivindico el #yotambiénhagolosdeberes, es decir, el hecho de que el profesor realice las tareas de escritura previamente y, a ser posible, que las comparta.
8. Los proyectos de escritura deben sustentarse en ofrecer al alumno un andamiaje lingüístico que le ayude a ampliar y afianzar sus conocimientos de la lengua.
9. La repetición de contenidos en todos los cursos de la ESO es un obstáculo que debemos salvar con una programación progresiva de contenidos.
10. Los proyectos de escritura con una proyección social dan mayor sentido al hecho mismo de escribir (y al de aprender durante el proceso).
11. La corrección de textos debe ser un diálogo de aprendizaje, no una práctica coercitiva. La tecnología facilita el acompañamiento en el proceso de composición de textos.
12. ¿Preguntas? Claro que me hago preguntas. A diario. Y no siempre hallo las respuestas, pero la educación (y todos los ámbitos del conocimiento) avanzan porque siempre hay quien plantea nuevos interrogantes.
12. ¿Preguntas? Claro que me hago preguntas. A diario. Y no siempre hallo las respuestas, pero la educación (y todos los ámbitos del conocimiento) avanzan porque siempre hay quien plantea nuevos interrogantes.
ResponderEliminarUna gran presentación, Lu porque recoges todos los aspectos que deberían trabajarse en el aula. la comprensión, la expresión, los contenidos gramaticales etc sin que parezca que las clases de lengua tengan que ser un rollo y un aburrimiento. Me gusta que hagas hincapié en el hecho de que determinados contenidos se repiten año tras año convirtiendo a la asignatura en algo muy tedioso y con la sensación de que vivimos en un bucle que se repite curso tras curso.
Guardo esta presentación como portafolio docente.
Muchas gracias por compartirlo
Maru
Maru, como digo al final, me hago muchas preguntas, pero ponerles voz ayuda a reflexionar. Intenté transmitir mucho con las imágenes. La que más resume mi idea de cómo enseñar Lengua es la del niño que se impregna de pintura. Si lográramos que nuestros alumnos tocaran la lengua, se impregnaran de ella, la sintieran... ¿te imaginas?
ResponderEliminarImpresionante despliegue de reflexiones, todas ellas de un calado que rozan el aforismo educativo. Conforme las iba leyendo me decía: "voy a apuntarme esta", pero mejor me guardo el post en favoritos.
ResponderEliminarRepetimos como loros en clases en las que pocos escuchan y menos entienden. Planteamos tareas que nos daría una pereza enorme realizar nosotros mismos. Pretendemos que aprendan procesos por ciencia infusa, sin haber dedicado tiempo a que los hagan en el aula. Confundimos competencia comunicativa y lengua...
No sé bajo qué planteamientos hemos podido llegar hasta aquí, algo que cuando lo cuentas parece propio de extraterrestres: clases de lengua en las que reina el silencio o clases de literatura en las que no se lee.
Gracias por ponernos ante el espejo de nuestras virtudes y defectos.
Hago mías las palabras de Toni. Tu post destila reflexiones importantes y cada apartado merecería un texto desarrollado... Es un placer leerte y seguro que tu intervención ha sido toda una lección para los alumnos de la Pompeu.
ResponderEliminarYo me pregunto en qué ámbitos, en qué espacios institucionales y formales abordamos estas reflexiones entre colegas. Desde luego en los centros resulta casi imposible. Tampoco en la escasa formación oficial que se nos ofrece, que a menudo aburre y cansa con palabras altisonantes.
Es cierto que siempre nos quedará la web, los blogs y los encuentros presenciales entre colegas. Pero a mí me parece un marco insuficiente.
Deberíamos crear espacios de trabajo entre profesionales que dieran cobijo, soporte y proyección a una comunidad de práctica. La comunidad que forman muchos docentes responsables, profesionales, comprometidos. Comunidad de práctica de la que profesores como tú y Antonio sois verdaderos referentes. Luego hablamos de "gestión del conocimiento", de "sociedad del conocimiento" pero ¿quién traspasa a los jóvenes estos saberes pedagógicos y didácticos que algunos atesoráis?
En fin, sigue publicando, Lu. Que nosotros seguiremos leyéndote y aprendiendo.
Un abrazo,
Boris
Toni, escribir no es tarea fácil. Les puse un ejemplo que he obviado en la entrada, pero que es ilustrativo.
ResponderEliminarLLega Halloween y vamos a escribir relatos de terror. Vale. Le damos al alumno un enunciado así: Escribe un relato que dé miedo, que haga temblar las paredes... Vale. Al alumno con un bagaje lector no le va a suponer ningún problema. Será un enunciado original, motivador, acorde con una fecha señalada que probablemente celebre con otras manifestaciones (disfraz...). Pero, para el alumno que es neolector que tiene dificultades de expresión, esta propuesta sí es terrorífica. Tanto al que va a escribir la historia sin problemas como al que va a pasar verdadero miedo hay que guiarles en el proceso, hay que darles un andamiaje textual y gramatical que les ayude a construir auténticas historias, no a completar un ejercicio más, sobre el que no se desatará ninguna reflexión más allá del "qué original" o "te podrías haber esforzado más".
Boris, si acepté compartir mi experiencia con estos alumnos fue porque creo que el diálogo entre la universidad y los centros debería ser más estrecho. En realidad, no dije nada que no esté más que dicho, solo que también lo ilustré con la práctica. Ahí radica la diferencia.
ResponderEliminarYo también echo de menos comunidades de práctica real, que ahonden en metodologías y que desnuden nuestras prácticas hasta el fondo y las despojen de ese traje conceptual que muchas veces las enmascara. A veces me digo a mí misma que deberíamos ser más críticos. En la Red se ha establecido una cortesía que descarta emitir juicios críticos acerca de prácticas que merecerían ser replanteadas. Gracias por estar ahí.
Hay muchos aspectos interesantes en esta entrada por lo que voy a comentar los que más me han llamado la atención.
ResponderEliminarMe parece un buenísimo ejemplo el ciclo de conferencias para loos alumnos universitarios. El profesorado como profesional experto debe de transmitir su experiencia a los futuros docentes y esto que parece tan evidente no se hace muy a menudo. La universidad, por lo general, no tiene en cuenta la gran cantidad de experiencia profesional acumulada en las aulas.
Me parece muy interesante la idea de foros de debate profesionales para hablar en profundidad de temas relacionados con la profesión. Quizás el encuentro de profesorado de Lenguas sea el germen de estos foros...
El intercambio en la red necesita más espíritu crítico. Una vez pasada la etapa de quedarse boquiabierto con cualquier experiencia que aparecía llega el momento de los análisis más profundos y de las evaluaciones sinceras y argumentadas.
Una gran entrada.
Llevo mucho tiempo siguiendo tu blog. Una joya. Gracias por compartir tus experiencias, para mí, valiosísisimas.
ResponderEliminarSuscribo cada una de tus reflexiones sobre la enseñanza de la lengua e intento llevarlas a la práctica en mis clases. Aunque difícil, merece la pena esforzarse en cambiar el chip, enseñar lengua como algo vivo y dinámico: escribiendo, leyendo, hablando y no solo escuchando contenidos y repitiendo fórmulas.
Yo tengo claro que no puedo echar balones fuera y juzgar solo lo que hacen mis alumnos. El pistoletazo de salido lo doy yo y tengo que estar preparada!
Un saludo.
Gema
Blogge@ndo, tienes razón en destacar lo positivo del diálogo entre universidad e institutos. En cuanto a lo de ser más críticos, qué te voy a decir que no sepas.
ResponderEliminarGema, las clases de lengua deberían ser un laboratorio de experimentación, creación, interpretación y análisis en el que los alumnos conocieran la lengua hasta las costuras, pero muchas veces la lengua es un traje puesto a la fuerza que amenaza con romperse.
Gracias por la visita.
De nuevo, gracias, gracias por tus reflexiones en voz alta. Nos ayudas mucho a pensar mejor nuestra labor docente para llevarla al aula con eficiencia.
ResponderEliminarUn saludo.
Gracias, Manuel, por tus palabras. En esto, aprendemos todos de todos :-))
ResponderEliminarHola, Lu. Me encanta tu blog. En más de una ocasión he intentado llevar al aula tus experiencias.
ResponderEliminarLa presentación me ha parecido reveladora, sobre todo porque aclaras desde el principio que el objetivo no es la gramática, sino mejorar la competencia lingüística de los alumnos. Pero lo que más me ha llamado la atención ha sido el concepto de andamiaje. Esas "actividades facilitadoras", esas explicaciones sobre el hecho lingüístico y la gramática,¿las concibes como evaluables? Supongo que no, que esperas verlas "aplicadas" en las producciones de tus alumnos. Y por último, ¿acompañas a los alumnos en el proceso de escritura o "se lo llevan para casa"?
Gracias por compartir la presentación y por la entrada y perdón por el ladrillo de comentario.
Hola, Manuel, voy a intentar responder a tus preguntas. El andamiaje forma parte del proceso de reflexión que se lleva a cabo cuando se analizan modelos. Pero no son prácticas evaluables disociadas de textos, por ejemplo, si analizamos un texto en clase, reflexionamos sobre el uso de ciertas estructuras. Si proponemos una práctica será siempre con otros textos que o bien proporcionamos nosotras o buscan ellos. Lo que sí es evaluable es la aplicación de las estructuras en la producción de los textos. Dependiendo de los niveles, el trabajo de aplicación se realiza en clase o en casa. En Primer Ciclo, las actividades se esbozan en clase y el redactado definitivo se completa en casa. Pero la corrección, a veces, es en Red, lo que ayuda a la reescritura durante el mismo proceso.
ResponderEliminarEspero haberte contestado con claridad.
Gracias por tu respuesta, Lourdes.
ResponderEliminarEn la última propuesta de escritura con un 2º de Bachillerato puse en práctica la corrección de un artículo en dos fases y el resultado fue positivo. No se fijaban en la nota, sino en los errores, que señalé siguiendo el código que proponías en la presentación. El texto definitivo era mucho mejor que el primero.
Gracias por compartir tus experiencias.
Me alegro muchísimo. De veras. Gracias por compartirlo.
ResponderEliminarEste post ha generado diferentes reacciones en los que decidimos visitarlo. Por mi parte estoy de acuerdo con Blogg@ndo y Boris y me uno al sentir que es importante crear espacios para compartir experiencias, son realmente gratificantes entre los docentes que estamos en busca de mejorar siempre nuestra labor e innovar nuestra forma de enseñar. Sin embargo, me pregunto ¿Con que frecuencia están los docentes interesados en compartir este tipo de experiencias que pueden llegar a ser un aporte importante para otros? ¿Qué podemos hacer para incentivar la participación activa de los docentes en estos espacios?.
ResponderEliminarPor otro lado, en cuanto al tema de escritura, considero que este es un proceso de reflexión y disciplina que permite a los estudiantes leer, escribir y comprender el mundo. Con las inquietudes de Manuel me suscita más dudas al respecto de la evaluación. Según Perkins (1998) en su texto ¿Qué es la comprensión? En enseñanza para la comprensión, http://remq.edu.ec/colegiosremq/bicentenario/images/ESTUDIO/pedagogia.pdf menciona algo que considero importante y es la evaluación diagnostica continua. Me pregunto si ¿Al iniciar el curso se les hace una evaluación diagnostica a los estudiantes y a partir de allí se continua con su proceso? Esto pensado en sus conocimientos previos. Perkins aclara que este tipo de evaluación debe ser continuo e informativo para el estudiante y que no solo debe ser con fines calificativos ¿ocurre esto desde tu experiencia?
Por último, considero clave que termines tu post diciendo que a diario te surgen preguntas, pues creo que ese un valor agregado que no todos los docentes tienen. Si bien es cierto, la educación está en constante cambio y son nuestras acciones en el aula y nuestras reflexiones en esta vocación las que lograr ver la educación con el cambio que todos anhelamos.
Paola, me gusta tu apunte, porque recoge muy bien cómo trabajamos en el aula la corrección de textos. Los alumnos realizan su portafolio de escritura y el proceso de evaluación se mide por la evolución de sus textos (mejora o estancamiento). Ellos mismos analizan sus progresos (o en el peor de los casos, su estancamiento), en un ejercicio de análisis sobre la propia producción.
ResponderEliminarAl ver estas reflexiones me hace pensar ¿hasta que punto los estudiantes de secundaria tienen la madurez de afrontar con criterio el avance o retroceso en sus escritos? Lo digo porque soy profesor de español de estudiantes de secundaria y realmente no considero que ellos estén en la capacidad de evaluar su proceso. Entonces ¿Que labor tiene el profesor en el aula?
ResponderEliminarLa presentación me pareció muy buena. La verdad es que se toman en cuenta aspectos muy relevantes en la experiencia de muchos profesores. Por mi parte considero que el asunto evaluativo puede variar de acuerdo a la población, es el profesor quien se encarga de incentivar a los estudiantes a revisar su escrituro de manera critica, pero sobre todo donde es el mismo estudiante quien puede evaluarse y tomar acción frente a sus textos. Considero que los profesores tenemos un poder infinito en el aula que hace que las condiciones de aprendizaje cambien y sean diferentes.
ResponderEliminarAsi que, son los docentes quienes marcan la diferencia en la educación actual.
Mario, los estudiantes por sí mismos no recalarían en observar si progresan o no en sus escritos, todo lo más se fijarían en sus notas, de ahí que sea tan importante el portfolio de escritura, en el que reúnen todas sus producciones y, con la ayuda de rúbricas o cuestionarios, vuelven sobre ellas para reflexionar sobre sus avances. Hace años que trabajo así con adolescentes y he podido comprobar que la práctica les permite proyectar una mirada crítica sobre los textos propios y sobre los ajenos. Hay que educar la mirada de los adolescentes para que sepan leer la calidad o pobreza de un texto en todas sus dimensiones (ortotipográfica, gramatical, discursiva y estilística).
ResponderEliminarEfectivamente, Sandra, los profesores debemos orientar a los alumnos en la valoración de sus textos. La orientación debe incentivar al alumno a tener una actitud activa de análisis y reflexión en pro de la mejora de sus textos.
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