Guay, sí, bien, no, a veces... Nuestros alumnos demuestran una clara tendencia a responder con monosílabos. Pude comprobarlo hace unos días en la grabación de un programa de radio, a la que asistí con mis alumnos de 2º de ESO. Ellos eran los protagonistas y habían sido invitados para explicar qué actividades realizan dentro de programa del IES de la Vela.
La brevedad de sus respuestas obligó al locutor a llenar los silencios y la escasez de información con comentarios improvisados (muy ingeniosos).
Al día siguiente de la emisión, pudimos descargar el programa y volverlo a escuchar. Y entonces les hice reflexionar acerca de su triste papel. Ellos tenían a mano la excusa perfecta: era la primera vez que salían en antena. Los nervios les habían traicionado.
Pero no esa no es toda la verdad.
En clase, en los exámenes, en los diálogos de tutoría... se inhiben. Si pueden liquidar una pregunta con una palabra, no se molestan en pronunciar tres. Si pueden hacerlo con una frase, no ensartan dos.
¿Hay alguna explicación a esta tendencia cada vez más generalizada?
Desde hace mucho tiempo y en todas las materias, venimos acostumbrando a nuestros alumnos a responder cuestionarios metacognitivos, en los que basta con marcar con un tic, un círculo o una cruz la respuesta correcta. Cuando se les exige un desarrollo mínimo, reducen la respuesta al menor número de palabras, aun teniendo conocimiento de la misma. Y lo hacen tanto en un contexto oral como escrito.
- ¿Quién fue Graham Bell?
- El inventor del teléfono
Ahora que todo profesor es también profesor de lengua quizá sea el momento de establecer que la competencia comunicativa empieza por saber desarrollar una respuesta de forma clara y coherente.
¿Por qué sólo en clase de lengua se les exige retomar el enunciado para responder?
- ¿Quién fue Graham Bell?
- Alexander Graham Bell fue quien patentó el invento del teléfono.
¿Por qué sólo en clase de lengua se les reprueba que respondan con enunciados truncados?
- ¿Qué fue lo que le sucedió al protagonista de El medallón perdido en la última aventura?
- Que se encontró con una tribu caníbal.
Y se les insiste en que redacten o pronuncien enunciados completos.
- A Alejandro, el protagonista de El medallón perdido le sucedió que, mientras ascendía los Montes de Cristal, se introdujo en un bosque en el que vivía una tribu de caníbales y...
(Digo esto mientras estoy ayudando a mi hijo de 12 años a responder un cuestionario sobre una práctica de laboratorio que él ha convertido en una colección de síes y noes. Cuando le sugiero que dé una explicación, me responde que ya ha contestado. Cuando le digo que el valor de una respuesta reside en el grado de información y en la claridad de su exposición, me responde con el consabido "esto lo dices porque eres profe de lengua, mamá".)
La brevedad de sus respuestas obligó al locutor a llenar los silencios y la escasez de información con comentarios improvisados (muy ingeniosos).
Al día siguiente de la emisión, pudimos descargar el programa y volverlo a escuchar. Y entonces les hice reflexionar acerca de su triste papel. Ellos tenían a mano la excusa perfecta: era la primera vez que salían en antena. Los nervios les habían traicionado.
Pero no esa no es toda la verdad.
En clase, en los exámenes, en los diálogos de tutoría... se inhiben. Si pueden liquidar una pregunta con una palabra, no se molestan en pronunciar tres. Si pueden hacerlo con una frase, no ensartan dos.
¿Hay alguna explicación a esta tendencia cada vez más generalizada?
Desde hace mucho tiempo y en todas las materias, venimos acostumbrando a nuestros alumnos a responder cuestionarios metacognitivos, en los que basta con marcar con un tic, un círculo o una cruz la respuesta correcta. Cuando se les exige un desarrollo mínimo, reducen la respuesta al menor número de palabras, aun teniendo conocimiento de la misma. Y lo hacen tanto en un contexto oral como escrito.
- ¿Quién fue Graham Bell?
- El inventor del teléfono
Ahora que todo profesor es también profesor de lengua quizá sea el momento de establecer que la competencia comunicativa empieza por saber desarrollar una respuesta de forma clara y coherente.
¿Por qué sólo en clase de lengua se les exige retomar el enunciado para responder?
- ¿Quién fue Graham Bell?
- Alexander Graham Bell fue quien patentó el invento del teléfono.
¿Por qué sólo en clase de lengua se les reprueba que respondan con enunciados truncados?
- ¿Qué fue lo que le sucedió al protagonista de El medallón perdido en la última aventura?
- Que se encontró con una tribu caníbal.
Y se les insiste en que redacten o pronuncien enunciados completos.
- A Alejandro, el protagonista de El medallón perdido le sucedió que, mientras ascendía los Montes de Cristal, se introdujo en un bosque en el que vivía una tribu de caníbales y...
(Digo esto mientras estoy ayudando a mi hijo de 12 años a responder un cuestionario sobre una práctica de laboratorio que él ha convertido en una colección de síes y noes. Cuando le sugiero que dé una explicación, me responde que ya ha contestado. Cuando le digo que el valor de una respuesta reside en el grado de información y en la claridad de su exposición, me responde con el consabido "esto lo dices porque eres profe de lengua, mamá".)
Es totalmente cierto lo que dices, pero yo creo que la escuela sigue estando más centrada en la transmisión de conocimientos que en el desarrollo de habilidades lingüísticas. Empezando por nosotros mismos, los profesores de lengua y continuando con el resto de las áreas, hay que trabajar la expresión oral y escrita en contextos comunicativos. El aula es un escenario idóneo para hacerlo.
ResponderEliminarEl año pasado hacía redactar a mis alumnos a través del blog de la clase y, para mi sorpresa, vi que les gustaba explayarse sobre los temas planteados. Nada de monosílabos, había razonamientos encadenados. Eran alumnos de cuarto con un cierto grado de selección. No sé si era el medio tecnológico a través del cual trabajaban pero es así. Por lo demás, tienes razón en lo que sostienes. Existe una tendencia a la condensación, a la falta de matices, a la eliminación de datos significativos... Imagino que fundamentalmente es pereza en utilizar el lenguaje de una forma creativa. He visto como esta potencialidad se ha ido adelgazando a lo largo de los años en que he sido profesor. Insisto en los medios tecnológicos porque les es más apetitoso hacerlo mediante ellos que en un simple papel escrito.
ResponderEliminarEste comentario anterior firmado como Clara es mío, de Joselu. Desde que mi hija utiliza gmail queda su identidad seleccionada. Un saludo.
ResponderEliminarEs difícil sacar a los alumnos de ese laconismo vinculado a la pereza propia del estudiante. Las discusiones en clase por este asunto son continuas, porque la respuesta suele ser: "encima que he hecho los ejercicios..." Y algo de razón tienen, porque en una clase donde la mitad no hacen las actividades, los que aplican la ley del mínimo esfuerzo se sienten autorizados a no ser penalizados por la falta de calidad.
ResponderEliminarEs todo tan complicado.
Jajajaa, curioso lo que expones...
ResponderEliminarSí es cierto lo que dices, pero no sólo es culpa de la gandulería de los alumnos (que también), pero desde chicos no nos han puesto peor nota por exponer peor, y eso ha hecho que no nos esforcemos...
Una forma de obligar, que en mi instituto se hace en 3º de la ESO, es que en los exámenes puedes llegar a tener 11'5, aunque si llegaras te ponen 10, y se puede porque te suben o bajan 0'5 el tener alguna o ninguna falta de ortografía, sube o baja 0'5 la presentación de los exámenes (márgenes, caligrafía..) y 0'5 cómo se exponga todo, donde entra lo que tú dices. El exponer bien podría suponer que en vez de tener un 4'5 en el examen, tuvieras un 5, así que nos esforzábamos más.
Y al corregir los ejercicios si no lo hacías negativo, si los hacías no te ponían nada, pero si los hacías bien redactado y bien hecho, positivo ^^
Un saludo!
Supongo que habría que matizar un poco... Me parece perfecto que se exijan, en determinados contextos, mayor número de informaciones, detalles, explicitud, pero sin caer en el defecto contrario.
ResponderEliminarEn Grecia, la redacción obligatoria en el examen de selectividad suele tener una extensión de cinco folios, por término medio y, creedme, muchas veces es insufrible ver cómo los estudiantes en su afán de llenar páginas y más páginas, se repiten, desorganizan el texto, caen en anacolutos, etc.
En lo que estoy totalmente de acuerdo es en el uso excesivo de tests de selección múltiple, tipo americano, sobre todo para materias de Humanidades como la historia, por ejemplo.
A veces, la culpa de las pobres respuestas se encuentra en la formulación de las preguntas y, debo confesar, que estoy pensando más bien en las pruebas orales de los diplomas de español como lengua extranjera...
Un saludo, Lu.
Cuando leo tus reflexiones, y las de los/las comentaristas, y pienso en mis clases de física...me acuerdo de aquella frase que tantas veces les repito a mis alumnos, luchando para que cambien, en su justa medida, la memoria y el cálculo por la comprensión y la reflexión;
ResponderEliminarles digo:" no quiero loros que dicen lo que saben, pero no saben lo que dicen".
Saludos
Es cierto lo que dices, Lu, no sé exactamente la razón, pero nuestros alumnos son monosilábicos y de ahí no les sacas. Siempre he dicho que habla mejor un campesino colombiano que un universitario español. Sí, lo digo completamente en serio, sin ninguna ironía. Tampoco sé la razón, pero en la tele oigo discursos completos, estructurados, significativamente válidos de muchos hispanoamericanos que dejan en vergüenza a nuestros estudiantes y no estudiantes. Repito, no sé la razón... ¿quizá la tradición oral?
ResponderEliminarHola: los motivos pueden ser muchos pero quizás haya uno muy simple. Ahora llegan todos al instituto y donde antes había dos clases de primero de BUP ahora hay cinco clases de tercero de la ESO. Hay alumnos con un nivel excelente que trabajan y redactan de manera amplia y precisa (con las limitaciones que impone su edad claro). Pero el problema es que quedan semiescondidos entre esa gran masa que forman los alumnos de la ESO que antes no iban al instituto.
ResponderEliminarUn saludo
Como casi siempre la cuestión es compleja. Quizás habría que indagar también en el tipo de interacción que se acostumbra a practicar en las aulas. Por resumir, se pregunta algo que tú ya sabes a alguien que sabe a su vez que tú lo sabes lo cual rompe con todas las normas de la comunicación. Me acuerdo de una tira de Mafalda en la que Manolito descubre que su profa ya sabía aquello que le preguntaba y se lamenta del tono paternalista con el que le había estado contestando.
ResponderEliminarAdemás las preguntas suelen ser en su mayoría preguntas de sí/no, falso/verdadero. Preguntas de las llamadas "reproductivas" para repetir conocimiento pero no "productivas" que animen a construirlo, comentarlo, completarlo...
Son muchos años los que han pasado para cuando llegan a la ESO acostumbrándose a responder sólo aquello que les preguntan y a callar si no se les pregunta.
Agradezco muchísimo vuestras aportaciones. Con vuestro permiso me voy a tomar la libertad de responder a la pregunta con vuestras ideas.
ResponderEliminar¿Por qué nuestros alumnos responden con monosílabos?
1. Porque en la escuela prevalece la transmisión de conocimientos en detrimento del desarrollo de habilidades lingüísticas.
2. El predominio de las preguntas de respuesta corta(sí/no, falso/verdadero) es superior al de las preguntas-ensayo. Las primeras, también llamadas "reproductivas" sirven para repetir conocimiento, pero no son "productivas", es decir, no animan a construirlo, comentarlo, completarlo...
3. Por parte de los alumnos, existe una tendencia a la condensación, a la falta de matices, a la eliminación de datos significativos... producida fundamentalmente por la pereza en utilizar el lenguaje de una forma creativa.
4. Los modelos expresivos no son igual de ejemplares en todas partes. Los hablantes penisulares muestran un escaso dominio del lenguaje, mientras que los latinoamericanos hacen un uso del lenguaje más elaborado.
5. La experiencia aporta datos positivos en favor de los medios tecnológicos (blogs, p.e), pues parece que favorecen el desarrollo de la expresión escrita.
Entre todos habéis enriquecido una reflexión apresurada de domingo por la tarde.
Estoy de acuerdo contigo Lu: uno de los principales problemas es que no se favorece el desarrollo de la capacidad lingüística aunque así venga contemplado en el currículo. Un ejemplo es la gran cantidad de temario dedicado a la morfología y a la sintaxis puras, sin relacionarlas con la expresión y la comprensión. Pero es que, incluso en los comentarios de texto dirigidos: es habitual encontrar enunciados del tipo "Contesta V/F" o "Quién le dice X a Y en el segundo párrafo?".
ResponderEliminarCreo que una cosa es la teoría del currículo y los planes de estudio y otra la realidad que se aplica desde los libros de texto.
Y sobre todo, de los profesores que no se plantean esto y siguen al dedillo, por comodidad, el libro. Y luego se quejan además.
Un saludo
Una práctica que funciona es pedir a los alumnos que incluyan parte de la pregunta en la respuesta, que sepan que no tienen que copiar la pregunta y que se corrige sin el libro. Los niños de primaria que se acostumbran a esta práctica aprenden y los comentarios salen solos porque, poco a poco,se encuentran con menos preguntas y se las saben formular ellos mismos.
ResponderEliminarClaro, hay que ser muy constante y huir de las fichas.
Algunos necesitan las preguntas siempre.
Lo aprendí de otros compañeros, viéndoles trabajar.
Generación monosílabo, sin duda.L@s chavales no están acostumbrad@s a expresarse de otra manera, no saben traducir lo que piensan con palabras, con frases más o menos estructuradas. Incluso cuando "hablan" a través del messenger sus conversaciones son monosílabas o en el mejor de los casos bisílabas:
ResponderEliminar-hla
.hla
-k tl?
.bn
-y tu
.bn
-ke kontas?
.no se
-y tu?
.yo tmpoco
-maburro
.yo tb
... y así sucesivamente.
Esto último lo he comentado en alguna ocasión con l@s alumn@s, y se mueren de la risa(se parten y se mondan, como dirían ell@s), lo reconocen tranquilamente, que para empezar no está nada mal. En nuestras manos está ayudarles en mejorarla.O no?
Edur, es tan fiel la conversación que transcribes que me ha hecho pensar que un ejemplo vale más que mis disquisiciones.
ResponderEliminarEs una buena contribución, la tuya.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEs un continuo sin solución si no se impone en la voluntad de todos los educadores de una escuela, la de promover la integridad de respuestas.
ResponderEliminarAyer casualmeten, razonábamos algo parecido con los alumnos del 9º año: la ortografía.
Y concluímos que ningún docente se debía desentender de ella sólo porque lo que evalúa es Matemáticas, Física , Química, o cualquier otra asignatura que no sea Lengua
¿Qué pasaría si alguna vez, los profesores de lengua se encuentran en las producciones de sus alumnos conceptos como que "dos más dos son cinco"(Admitidos sólo si se refiere en un contenido de ficción) ¿Lo dejarían pasar, total su asignatura no es matemática?