30 de enero de 2008
Me pregunto…
En el día de hoy, me pregunto…
¿Cuándo pondremos punto final a la lista de páginas negras de nuestra historia?
La guerra de Marruecos, la de los Balcanes, la Primera Guerra Mundial, la Guerra Civil Española, La Segunda Guerra Mundial, Hiroshima, la Guerra de Corea, la Guerra Fría, la del Vietnam, las dictaduras militares de Latinoamérica, la Guerra del Golfo, la Guerra de Bosnia, Ruanda, Palestina...
¿Cuántos líderes pacifistas hacen falta para remover nuestras conciencias?
Gandhi, Nelson Mandela, Rigoberta Menchú, Dalai Lama, Lech Walesa, Madre Teresa de Calcuta, Martin Luther King…
¿Cuándo entenderemos que la guerra es “una masacre entre inocentes que no se conocen para provecho de otros que sí se conocen pero no se masacran” (Paul Valery)?
En el día de hoy, todo son preguntas.
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Apostilla. Recomiendo un ejercicio: Revisar los significados de la palabra "paz".
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Debo de ser un pardillo, porque todos los principios de año pido como deseo la paz (en vez de concederme algún caprichito, ya ves). Y nunca se cumple.
ResponderEliminarPor otro lado, cuando veo tanto abuso de poder (en las grandes movidas del mundo, pero también en la vida diaria, en las aulas, en los claustros...), se me descontrola el ansia de paz y me liaría a tortazos con más de uno. Menos mal que la 'fuerza' no me acompaña, que si no...
Desde donde te escribo -lo sabes- muchos nos solemos hacer algunas de las preguntas que tú te cuestionas. Siempre es más difícil plantear determinadas cuestiones en situaciones de violencia -de guerra, dicen otros- que en momentos de paz -de tregua, dicen otros-. Hay otros mundos pero están en éste...
ResponderEliminarpaz entre países, paz en las familias, paz entre los amigos... Queda mucho por hacer.
ResponderEliminarMe ha encantado la música.
Ando con La Celestina en Bachillerato: "Todas las cosas ser criadas a manera de contienda y batalla dice aquel gran sabio Heráclito..."
ResponderEliminarEl tiempo me hace modesto en mis aspiraciones, quizá el homínido no de para tanto.
Al menos, lucidez y buen tino para vivir entre conflictos y ser capaz de ir "gestionándolos".
Eso sí, en el horizonte la bondad, la paz, la armonía....
Es importante que la escuela también tenga su dimensión social y humana, que los adolescentes no se sientan aislados en una burbuja del tiempo que están viviendo. Es doloroso hablarles de ciertos temas, pero la escuela no debe servir sólo para hablarles de los sintagmas nominales o las vanguardias. El presente es una asignatura esencial.
ResponderEliminarDice Joselu que "El presente es una asignatura esencial". No puedo estar más de acuerdo.
ResponderEliminarDisiento de estas celebraciones instauradas oficialmente un día, tras el cual nadie se acuerda.
La concienciación no consiste en llenar las paredes de palomas recortadas. Es algo más y no basta un día de celebración para conseguirlo.
A veces, convertimos lo esencial en un espectáculo desvirtuado.