Así es. Todos los años ocurre lo mismo. Alumnos muy disciplinados en la ESO, cuando llegan a bachillerato, desatienden las tareas diarias y sólo estudian en vigilias de examen. Vale decir que los hay que estudian muchísimo.
En lengua, los criterios de evaluación incluyen la realización de pruebas (test, ensayo, comentario literario) y la redacción de propuestas de escritura. Estas últimas son un desahogo para muchos a los que la sintaxis se les resiste.
El miércoles debían entregar un texto. De un grupo de 18, sólo 6 lo presentaron. Entonces, guardé silencio un momento y les miré. No dije nada durante unos momentos. Mientras, pensaba qué medidas debía tomar. Estaba entre la bronca al estilo del padre que espera al hijo a las 2 de la mañana y éste se presenta a las 5 o el sermón jesuítico. Siempre apelando a la justicia, pregunté a los que habían entregado el texto si el resto de la clase merecía una segunda oportunidad. Silencio. Y más silencio. Entendí que su voto era negativo y no se atrevían a pronunciarlo. Entonces, sin pensarlo demasiado, argumenté lo siguiente: todos merecemos una segunda oportunidad (caras de alivio), por lo que voy a dejaros presentar el texto el próximo día, pero... (caras de expectación) puesto que vais a tener más tiempo que vuestros compañeros, deberéis adjuntar al texto inicial otro con los argumentos de vuestro retraso o incumplimiento.
El viernes, todos presentaron el texto. Esta tarde, corrigiendo he hallado esta joya:
En lengua, los criterios de evaluación incluyen la realización de pruebas (test, ensayo, comentario literario) y la redacción de propuestas de escritura. Estas últimas son un desahogo para muchos a los que la sintaxis se les resiste.
El miércoles debían entregar un texto. De un grupo de 18, sólo 6 lo presentaron. Entonces, guardé silencio un momento y les miré. No dije nada durante unos momentos. Mientras, pensaba qué medidas debía tomar. Estaba entre la bronca al estilo del padre que espera al hijo a las 2 de la mañana y éste se presenta a las 5 o el sermón jesuítico. Siempre apelando a la justicia, pregunté a los que habían entregado el texto si el resto de la clase merecía una segunda oportunidad. Silencio. Y más silencio. Entendí que su voto era negativo y no se atrevían a pronunciarlo. Entonces, sin pensarlo demasiado, argumenté lo siguiente: todos merecemos una segunda oportunidad (caras de alivio), por lo que voy a dejaros presentar el texto el próximo día, pero... (caras de expectación) puesto que vais a tener más tiempo que vuestros compañeros, deberéis adjuntar al texto inicial otro con los argumentos de vuestro retraso o incumplimiento.
El viernes, todos presentaron el texto. Esta tarde, corrigiendo he hallado esta joya:
Querida engañada,No hay duda de que el reto ha avivado el ingenio de esta alumna.
Sólo puedo decir, maldita democracia la que hace ponerme a contar a estas horas de la madrugada tales mentiras. Que me pides un texto, texto tendrás; pero no me mandes argumentar lo inargumentable.
Yo estaba tan tranquilamente en mi habitación pensando en la maravillosa redacción de castellano. Una vez terminada, la dejé inocentemente en la mesa. ¡Cuál fue mi sorpresa al ver mi maravilloso trabajo en la boca de mi perro! ¿O era mi oso panda?
Mejor aún.
Yo estaba tranquilamente en mi habitación pensando en la maravillosa redacción de castellano, cuando un resplandor leve alumbró mi ventana. Me asomé, y fui abducida por extraterrestres. ¿O era mi perro en un platillo volante?
¿Aún no me crees? Pues son buenos motivos. Si te parecen poco probables mis razones, ya te lo dije antes: no me mandes argumentar lo inargumentable.
Todos los hechos mencionados anteriormente son veraces, demostrables y algunos incluso tienen copyrigth.
Atentamente, la evidente mentirosa
Imagen creada con este generador: Letter James
Es una segunda oportunidad muy bien merecida, creo yo. Deconstrucción del tópico de la excusa: no está nada mal como ejercicio...
ResponderEliminarMadre mía, Lu, lo que me admira más de ti son los reflejos y la capacidad de sacar partido de las situaciones dándoles la vuelta y consiguiendo siempre algo positivo. Me quito el sombrero.
ResponderEliminarLu, me sorprendes en muchas ocasiones y las más positivamente. Este tipo de situación es tan usual, aunque en ocasiones he dado oportunidades los estudiantes no las aprovechan obteniendo la calificación mínima; lo notable del caso es la respuesta de esta alumna, sin duda muy ocurrente, aunque no siempre sea así.
ResponderEliminarsaludos
Yo también me quito el sombrero, como siempre. Está claro que eres una gran profesora puesto que sabes sacar partido a todo, sacar lo mejor de tus alumnos, en cualquier circunstancia. Este post y el de primero que escribiste cuentan "cosas" tan reales y frecuentes, pero dan "remedios" que dicen mucho de ti como profesora; y que nos enseñan que "hay más recursos y caminos"... Gracias por compartirlo, síguenos contando... Porque para muchos, pasar por aquí y por otros sitios de la blogosfera educativa, de los foros y otros lugares de internet, es una fuente continua de aprendizaje, de modelos, de reflexiones...
ResponderEliminarSirvió de algo esta segunda oportunidad. Chapeau por ti, y por la alumna ingeniosa.
ResponderEliminarEstupendo. Excusas mucho mejores que las que implican a esos pesados e inamovibles escritorios detrás de los cuales debe esconderse buena parte del saber estudiantil.
ResponderEliminarAvivar el ingenio debiera ser uno de los retos de todo profesor (si es de lengua, todavía más).
ResponderEliminarLa excusa de esta alumna destaca por encima de las otras que son más convencionales. Eso sí, muy sinceras.
La mayoría admite no tener excusas y reconoce que no entregó el texto por desidia.
A mí me interesa que escriban, y paralelamente que aprendan a ser responsables y cumplidores.
Creo que la segunda oportunidad es merecida en según que casos. Todos podemos tener un problema a última hora que nos impida realizar un trabajo (que por responsabilidad no debería ocurrir, pero bueno). Y hay circunstancias que puden evitar realizar el trabajo y presentarlo. Me sorprende el ejercicio que les has hecho hacer para argumentar su no presentación. Llevo en esto relativamente poco, y tengo que aprender mucho, así que para mi es algo desconocido.
ResponderEliminarSaludos
...tenerlos en frente en su ostracismo, que te asistan los reflejos (casi siempre el sermón jesuítico cae en el vacío), proponer una salida airosa para ambas partes, que luego aparezca la perla... El arte de enseñar, el milagro de la llamada.
ResponderEliminarHe trasteado un poquito con las e-cards de Letter-James que has enlazado y creo que les sacaré buen provecho para los blogs de clase. Gracias de nuevo.
ResponderEliminarRepito lo que ha dicho Elisa, espero que tus alumnos sepan la suerte que tienen de tenerte como profesora.
ResponderEliminarPor cierto, he hecho la foto del graffiti en Letter James y otras más que ofrecían. Curioso.
Hola buenas...soy nueva por aquí...Buscando cosas sobre la huelga del 14 de febrero me topé con varios blocs, y de ahí un link al suyo...Estupendo! Y qué decir de los argumentos tan bien expresados por parte de su alumna, una auténtica joya! muy simpátca, por cierto.
ResponderEliminarLe felicito por el blog...yo estoy manos a la obra con uno del colegio y la verdad es que me está gustando mucho la experiencia.
Gracias a gente como usted seguro aprenderé mucho sobre este mundo tan interesante que se abre en la web...
Nos vemos!
Sther
hola Elisa! Felicitaciones por tu blog y por tu trabajo. Yo también soy profesora (mejor dicho, seré, preparo oposiciones) de lengua y literatura.
ResponderEliminarQuería preguntarte una cosa, ante mi inexperiencia al frente de un aula: qué hiciste en clase, una vez que leíste ese texto? ¿cómo te comportaste con esa alumna?
Es que yo me sentiría de dos maneras: por un lado, me alegraría ver una redacción así de bien escrita de mano de una alumna, la felicitaría por su ingenio y su saber escribirlo. Pero claro, por otro lado, está el tema de la educación y me sentiría herida en mi orgullo ante esa reacción. Creo que, por mi inexperiencia, me dejaría llevar por ese último sentimiento, pero no estoy segura de que sea lo más justo.
Bueno, pues eso. Me gustaría saber cómo has reaccionado en clase y qué opinas que es lo mejor.
Un saludo
Perdona, te he llamado Elisa...es que se me ha ido el santo al cielo Lu. ;)
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