Señores Melchor, Gaspar y Baltasar:
Les esperaré esta noche con zanahorias, unas tazas de café y una copita. Si tienen a bien pensar que tal vez no he sido tan malo como algunos creen, humildemente les pido los siguientes deseos:
Que las bolsas del supermercado se abran a la primera y que el celofán del CD me salve las uñas.
Que pueda regresar algún día al Hispania, sin duda el mejor restaurante del mundo, con un Montecristo clase A.
Que la única banda sonora de lo que me queda de vida sea la música del azar.
Que sepamos siempre el hueco en el que hemos enterrado la ira, solo para no volver a pisarla nunca más.
Que sea tan excitante la pasión que ha de llegar como la pasión que algún día se extinguió.
Que el metro cuadrado jamás cotice en bolsa.
Que el último minuto de nuestra vida no sea balance sino antología.
Que las personas sean más importantes que aquello que creen pensar las multitudes.
Que las puertas de embarque de un aeropuerto no sean las puertas del infierno.
Que nos sea más fácil decir que nos hemos equivocado cuando acertamos en vez de mantener que tenemos razón cuando nos equivocamos.
Que la lengua solo sea la expresión del pensamiento y no la exclusión del pensamiento.
Que lo primero que se funda del Polo Norte sea el polo magnético y que de esa manera en la brújula no exista ni arriba ni abajo.
Que llamemos a una puerta amiga y, cuando nos pregunten "¿quién llama?“, poder decir "tú".
Que los efectos del cambio climático acaben conduciendo a un clima de cambio.
Que las nuevas amistades lleguen con un ticket de compra por si se han de cambiar.
Que tengamos siempre presente que de la misma manera que nunca recordamos el momento de nuestro nacimiento, tampoco nunca olvidamos los momentos de nuestros renacimientos.
Que el espejo donde nos sentimos más atractivos sean los ojos de la persona que todavía ignora que algún día nos amará.
Que los periódicos continúen envolviéndolos bocadillos y que, a veces, nos olvidemos el pan en el plato.
Que no haya pecados por comisión sino por omisión. Que el arrepentimiento no venga de aquello que hemos hecho sino de aquello que algún día dejamos de hacer.
Que tengamos bien presente que solo con la muerte del orgullo podemos volver a reinventar el mismo amor.
Que nunca más nos tengamos que alegrar de la muerte de un dictador porque se ha extinguido la especie.
Que siempre duerman al pie de nuestra cama unos zapatos que no son los nuestros.
Que recordemos siempre el nombre de los que no tienen nombre y que nos olvidemos de cómo se llaman los poderosos.
Que la ropa interior sea más recuerdo que promesa.
Que todas las horas nos parezcan cortas de tan densas como van a ser.
Que cuando no sepamos qué decir no hayamos de recurrir a las palabras. Y que cuando no sepamos qué hacer no hagamos cosas de las que luego nos avergonzaremos.
Que la tinta regrese a la pluma si la palabra escrita no valía la pena ser escrita.
Tras la lectura, invité a los alumnos a escribir una carta sumando sus deseos, en un foro del aula virtual. Fue una propuesta voluntaria, que hoy comparto como un regalo muy especial.
Los recortes no podrán ni con las palabras, ni con los deseos. Deja el tuyo, si quieres.
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Noto que falta un deseo: Que en el 2012 (pidamos de uno en uno)Lu nos siga enseñando tanto.
ResponderEliminarMe he ido apuntando algunos de los deseos de tus alumnos, diciendo "este sí que es bueno", "este también..." y al final tenía tantos apuntados que no valía la pena destacar uno. Esperemos que se cumplan muchos, y aunque pienso que algunos de ellos los vengo soñando infructuosamente desde hace años, volveré a soñar que se cumplen un día.
ResponderEliminarGracias por traernos un poquito de ilusión al empezar este triste año de recortes; menos mal que, como dice Francisco Z., no importan el primer y segundo trimestre, sino el tercero :)
Preciosa la carta y, por supuesto, la presentación con las propuestas de tus alumnos. Que sigamos con la ilusión, a pesar de todo. Es lo que hace que podamos conseguir casi todo lo demás. Un beso,Lu.
ResponderEliminarLa carta de Barril no tiene desperdicio, y los deseos de tus alumnos, y el tuyo propio tampoco. Yo los suscribo todos, aunque no dejan de sorprenderme las reflexoines de los alumnos, algunas por su madurez.
ResponderEliminarEl deseo de Marian -no estoy muy original, que digamos- también lo hago mío: sin ánimo ni ilusión no se avanza, y siento que nos hace falta una buena dosis de ambas cosas. Un abrazo y que se cumplan tus deseos la noche en la que una vez creíamos que todo era posible.
Preciosa actividad. Tus propuestas siempre desarrollan la empatía con el alumnado y eso me encanta. A mi también me gusta esta noche, sigo pensando que tiene algo de mágica. Mi deseo, sin recortes: nunca perder la ilusión.
ResponderEliminarMe ha encantado la música que acompaña a las peticiones y deseos. A medida que los iba leyendo me iba preguntando que edad tenían porque hay deseos que son verdaderas sentencias o aforismos.Me han emocionado. Una vez más sorprendiéndonos con una actividad sencilla y emotiva.
ResponderEliminarYO me uno a la petición de deseos y lo que le pido a este año es que los recortes no afecten precisamente a los alumnos menos favorecidos de la sociedad que bastante tienen con sobrevivir en sus casas para que encima no tengan opciones de progresar en la escuela.
Un beso y todos juntos podremos con las tijeras. Eligiremos piedra.
BS
Gracias por vuestros deseos.
ResponderEliminarMarian, espero poder seguir en la brecha, a pesar de los contratiempos.
Antonio, a mí me ha sorprendido el tono serio de algunos (con alguna excepción graciosa). Precisamente, la carta de Barril me gusta porque combina muy bien lo cotidiano, lo banal, lo sublime...
Marian, ilusión no nos puede faltar. Solo con ella podemos seguir, día a día, en la brecha.
Carlota, he mezclado los deseos de los alumnos de 3º con los de 1º de bachillerato. Es una forma de unir lazos entre ellos. Creo que los peques se van a sentir muy mayores cuando lean esto.
Mjchorda, desde la frialdad y el distanciamiento es difícil enseñar. Esta es una de las premisas que defendería a muerte.
Maru, la música es de Goear. La encontré sin detenerme mucho a buscar. Espero que a los chicos les guste. Acabo de poner el vídeo en el aula virtual. Ah, se me olvidaba. Como decía, los deseos son de alumnos de 3º de ESO y de 1º de bachillerato.
Que lujo de carta, de deseos y de blog.
ResponderEliminarQue lujo de comentarios.
Que lujo.
Abrazos, Salud y buen 2012
Que ningún buen deseo quede sin cumplirse!
ResponderEliminarGracias Lu
Al Gran Maestro, salud!
ResponderEliminarQué hermoso disparador de ideas! Y cuán bien aprovechado para la creación de contenido con los alumnos!
Lo voy a compartir en mi Facebook.
Que tengamos siempre la oportunidad de buenos encuentros con todos los prójimos del Universo.
Diana Laura Caffaratti
DNI 6143813
Una actividad preciosa y los deseos de tus alumnos me han emocionado por su profundidad y sencillez. Yo apunto uno más: que se acabe con la violencia de género, aunque para que desaparezca esta atrocidad, hay que empezar con educar a las personas desde que son pequeñas.
ResponderEliminarMartín, Berta, Diana, esperemos que nuestros deseos se cumplan.
ResponderEliminarVirginia, vamos sumando deseos. El tuyo es también el nuestro.
Deseos universales, incluso los relacionados con el alto a los recortes a la educación pública y a las conquistas de los trabajadores. Me han encantado la carta, los deseos de los estudiantes y los comentarios enriquecedores de este trabajo. Feliz 2012 y feliz Día de Reyes.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo desde México.
Es una entrada preciosa la tuya. Tienes un estilo particular para elaborarlas. El vídeo te ha quedado impecable.
ResponderEliminar¡Enhorabuena!
Muchas gracias por enlazar la actividad de los cuentos en Docs, Lu ¡qué honor! En cuanto a los deseos de los chicos, ¡ay si se cumplieran solo unos pocos! La verdad es que los chavales demuestran muchas veces su madurez, sus pensamientos profundos, sentimientos y solo hay que mostrarles el camino para que lo hagan. Precioso ha quedado el vídeo.
ResponderEliminarUn abrazo y mi deseo: que se cumplan tu deseo y los de tus chicos.
Que fuera tan raro que un solo habitante de este planeta careciera de uno solo de los derechos humanos que, de suceder, todos –indignados- nos pondríamos enseguida manos a la obra para solucionarlo.
ResponderEliminarVuestra carta me parece mucho mejor que la de Barril. No sé si he visto la referencia a la melodía que acompañaba a esos deseos. Me ha parecido bellísima. En todo caso, pensar qué buenos somos los seres humanos cuando nos ponemos a pensar un mundo más justo y más hermoso… Sin duda proyectamos lo mejor de nosotros mismos, no sé si por quedar bien. Cuando yo tenía quince años tenía que rezar el rosario cada día y habíamos de dedicar por turnos cada uno de los misterios por alguna causa venerable. Te tocaba de vez en cuando y te veías compelido a hacerlo por los enfermos, por los pecadores, por los que padecían persecución por causa de la justicia, por los hermanos Maristas, por la justicia… ¡Qué hermosos son los buenos deseos! Y qué frágil es el ser humano en su realidad concreta, tanto que no sabemos si sus deseos son auténticos o son un remedo para justificar la actividad o contentar al profesor. Porque sigue primando la mala fe, la desconfianza, la íntima desazón ante el presente, el miedo ante la realidad… No sé, el resultado es precioso, la música maravillosa, el conjunto, espléndido, pero me queda la sospecha de que no pueda ser sino lo mismo que hacía para contentar al cura del colegio marista. ¡Como iba a encomendar el rosario por que dieran por culo a todos los curas como él! Nunca lo hice y sí aposté por los enfermos, los pecadores a punto de morir en pecado mortal, etc.
ResponderEliminarPero no me hagas caso. He leído a Carver, y tengo ganas de buscar el lado oscuro. Bellísimo.
La carta emocionante, los deseos sorprendentes por su madurez y la música preciosa. También yo me he quedado pensando en la edad de los alumnos porque sorprenden sus propuestas. ¡Están bien enseñados!
ResponderEliminarMª Eugenia, la humanidad reclama los mismos derechos en todas las esquinas. Confiemos en que se cumplan.
ResponderEliminarBlogmaníacos, ¡vosotros sí que sois grandes!
Alberto, es todo un honor compartir materiales y experiencias con compañeros que como tú.
Carlos, me encanta cómo formulas tu deseo. Siempre tan original, literario, certero...
Bloogge@ando, son chicos de 13-14 y 16-17 años. No he querido separar los deseos de unos y otros. Ahí están tal y como los publicaron en la Red. La escuela les enseña; pero a muchos de ellos la vida les está dando lecciones poco ejemplares.
Joselu, entiendo lo que dices. Yo también asistí a un colegio de monjas y todas sabíamos cuál era el discurso que agradaba a las hermanas. Era parte del aprendizaje de esa época, en la que la educación se recibía muy mediatizada, mucho.
ResponderEliminarLos mensajes de los alumnos me han sorprendido por la seriedad con que están formulados, pero mis alumnos me conocen y saben que no soy moralista. De hecho, me gustó la carta de Barril, por el dechado de realidad que emana. Esperaba que lo imitaran, pero la prueba es que no ha sido así.
El hecho de que todos se hayan inclinado por redactar como lo han hecho se puede deber al efecto mimético que se genera en los foros. Uno empieza y los demás imitan.
De todas formas, la lectura que yo hago va más allá del significado general de cada una de las frases. Leídas en el contexto personal de cada uno cobran nuevos sentidos. En sus palabras, están sus preocupaciones (el trabajo, el techo, el futuro...). Puede que hayan elegido una forma de decirlo algo manida, pero si de algo estoy segura es de que es sincera. No en vano, esta es una actividad abierta, voluntaria y sin evaluación.
Como ves, sí te he hecho caso, porque tus reflexiones siempre van más allá y siempre plantean nuevos retos discursivos.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarFelicidades por la carta de Joan Barril, por vuestras cartas y por vuestros deseos. Yo, como siempre, me expreso muy bien en Sabina:
ResponderEliminar"que el equipaje no lastre tus alas,/ que el calendario no venga con prisas,/ que el diccionario detenga las balas,/ Que las persianas corrijan la aurora,/ que gane el quiero la guerra del puedo,/ que los que esperan no cuenten las horas,/ que los que matan se mueran de miedo". Así sea.
A mí se me han puesto los pelos de punta con los deseos de tus alumnos, Lu. Sorprenden por su calidez humana. Siempre me sorprenden los chavales cuando expresan sus sentimientos.
ResponderEliminarQue se cumplan todos tus deseos, y los de ellos.
La carta es preciosa, me quedo con todos estos deseos y los hago mìos, espero que se hagan realidad y que podamos verlo. Un abrazo y enhorabuena por el blog.
ResponderEliminarSara M.
La carta es preciosa, me quedo con todos estos deseos y los hago mìos, espero que se hagan realidad y que podamos verlo. Un abrazo y enhorabuena por el blog.
ResponderEliminarSara M.
La carta es preciosa, me quedo con todos estos deseos y los hago mìos, espero que se hagan realidad y que podamos verlo. Un abrazo y enhorabuena por el blog.
ResponderEliminarSara M.
Maravillosos deseos. Espero que se cumplan todos. Qué gran lección y cuántos sueños olvidados por nuestra parte.
ResponderEliminarSeria tan bello si en verdad los reyes magos pudieran leer esta preciosa carta y cumplir todos los deseos contenidos en ella; la verdad que la he copiado para leerla con màs detenimiento porque vale la pena.Felicitaciones.daniela
ResponderEliminarQue hermosa publicación noto la importancia de tus metas d lo que aspiras hacia que camino lograrlo. Admirable.
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