Reflexiones de una docente más (o menos), según se mire.
A)
Ha nacido la turboliteratura, el nuevo engendro de la LOE en el bachillerato (en Cataluña). Un invento que merece estar a la altura del ripio asonante que me acaba de salir. Una modalidad rápida (que no eficaz) de enseñanza de la Literatura.
Obviamente, su génesis está en los despachos (contente, Lu). Me gustaría saber los nombres y apellidos de sus progenitores, pero eso es imposible. Nadie firmaría la aberración de incluir como lectura obligatoria una antología poética de cerca de 80 textos que abarca todas las etapas de la Literatura española desde sus inicios hasta el siglo XX, sabiendo que los del despacho contiguo han recortado a dos horas semanales la asignatura de Lengua y Literatura. Nadie suscribiría una lectura mutilada como la que se propone. La turboliteratura es hoy una modalidad de tapeo. Un montadito de jarchas, cantigas de amigo y villancicos, por aquí; otro de cantares de gesta y romances por allá. Y así hasta llegar a José Ángel Valente y Gil de Biedma.
Sin olvidar que la antología es sólo una de las tres lecturas que deben hacerse a lo largo del curso, en el que también hay que tratar toda la tipología textual y la morfosintaxis.
B)
¿Morfosintaxis? ¿Modalidades del discurso? Ssssssshhhhhhhh, sí ya sé. Aquí es donde se agarran (contente, contente) los que defienden que todo profesor es profesor de Lengua. Nunca me ha gustado esta máxima sobre la que se han asentado los recortes horarios, porque no se sostiene por ningún lado. Una cosa es pedirle a todo profesor que sea exigente en las correcciones de los trabajos y que vele por el correcto uso de la lengua, dé la materia que dé, y otra muy distinta acogerse a este reparto de responsabilidades para restar tiempo al profesor de Lengua y privarle de enseñar lo que o no sabe todo profesor o no tiene tiempo de explicar, porque le sobra y le basta con su programa. Aun suponiendo que lo sepa, me pregunto si el profesor de Ciencias tiene tiempo de explicar la formación del léxico científico (etimologías, composición culta…) o si el de Historia se para a analizar las diferencias estructurales entre el texto expositivo y el ensayístico y las marcas lingüísticas que pueden convertir un texto histórico en uno de opinión velada, o la estilística de los verbos en la narración de hechos pasados. No menciono al de Filosofía, porque a éste también le han dejado con sus dos horitas semanales. Debe de ser que, en el fondo y aunque no se diga, se presupone que todo profesor es filósofo, si hace pensar a sus alumnos.
A la vista de este panorama, no me extraña la tentación de dejar de dar bachillerato que han manifestado algunos de mis compañeros. En bachillerato, la responsabilidad es muy grande; y la presión de la Selectividad, mayor.
En fin...
Enlaces:
Antología poética (pág. 5 del documento)
Tema de debate:
Artículo de Rosa Montero sobre el hábito lector en la ESO: Cómo convertir el "Quijote" en un ladrillo.
Para los que no conocemos los intríngulis de la legislación educativa que opera en Cataluña sería interesante saber quién o qué se lleva las horas arrebatadas a las ásignaturas de Lengua y Filosofía.
ResponderEliminarNo hace falta que me contestes si no quieres, Lu. Entiendo tus cautelas, y no quiero ponerte en ningún compromiso.
Gracias por tu indignación.
ResponderEliminarLos políticos y sus intríngulis partidistas están haciendo un daño a la educación que los ciudadanos no deberíamos consentir. Pero uso el condicional, y tú eres de Lengua.
Pero tú estás donde veo la única esperanza de organización ciudadana: las redes sociales. Trabajemos por ahí. Un cordial saludo y mi mayor respeto y admiración por tu trabajo.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarLlegamos con tres heridas: la de la Lengua, la de la Literatura,
ResponderEliminarla del cansancio.
Continuamos con tres heridas: la de la Lengua, la de la Literatura, la del hastío.
Seguimos con tres heridas: la de la Lengua, la de la Literatura, la de la decepción.
En fin..., sombra con sombra...
Tres libros. Uno por trimestre. Dos horas semanales. O sea, unas 24 horas. Una antología de 80 textos de todas las épocas. Dedicándose exclusivamente a esto, toca más o menos a unos 3 ó 4 textos a la hora, a los que hay que añadir, si son medievales, “una versió en prosa actual”, y si no lo son, su lectura ha de facilitarse “amb notes que introdueixin aclariments lèxics”. Y para rematar “seria convenient que cada poema fos precedit per un breu text explicatiu que ajudés a situar l’autor i la seva obra”. ¡Y en los objetivos pondrá que quieren que además disfruten de la literatura! Efectivamente el término más apropiado es turboliteratura. Me estoy imaginando clases de gastronomía o de cata de vinos con el mismo sistema y –ya lo siento- no puedo contener la sonrisa. No me extraña que el artículo “destile” mala leche.
ResponderEliminarDoy 1º de bachiller y tengo tres horas a la semana. Tengo que ir saltando autores con todo el dolor de mi alma, y por supuesto dando por sabidas muchas cuestiones gramaticales. Apenas hay tiempo de analizar textos con profundidad. Ha habido trimestres que se han perdido cuatro o cinco horas de clase por salidas extraescolares.
ResponderEliminarSi con tres horas semanales casi no da tiempo a leer literatura, no quiero ni pensar con dos. Malos tiempos para la lírica, para la épica, pero buenos para el drama (y la mala retórica política).
Eduardo, he intentado ser lo más cauta posible, aunque mi enfado es monumental. Solo diré que algunas materias que no van a selectividad tienen 4 horas semanales. ¿Tú lo entiendes? La verdad es que nadie puede entender semejante despropósito.
ResponderEliminarSólo queda el derecho a la pataleta y eso es lo que he hecho. No cambiará nada, lo sé, pero al menos quedará constancia de mi desacuerdo. Lo peor de todo van a ser los resultados en selectividad. Con dos horas no da tiempo a nada y pueden pasar dos cosas. O bien habrá un elevado porcentaje de suspensos o bien el examen será facilón para que puedan aprobar el mayor número de alumnos. Esto último me parecería más aberrante si cabe.
No os quejeis!! La música ha sido "suprimida" del actual curriculum del bachillerato... excepto en aquellos centros en los que se imparte el "bachillerato musical". Cuantos hay???.
ResponderEliminarLa cuota de "cultura musical obligatoria" queda saciada con operaciones triunfo y otras lindezas como Quiero Cantar... corren malos tiempos para la lírica!! Compongamos un sentido requiem para la muerte de la cultura!
Fernando, mi indignación es la de muchos docentes y también de muchos alumnos que ven cómo tienen asignaturas con mucha carga horaria que no van a salir en selectividad. En cambio, las lenguas están en la parte común de la prueba, por lo que la nota es más que importante.
ResponderEliminarInexplicable.
Marcos,
ResponderEliminarTristes tiempos para la lírica. Tristes. Tristes.
Tristes tiempos para la épica. Tristes. Tristes.
Tristes tiempos para las Humanidades. Tristes. Tristes.
Carlos, Antonio, como veis las cuentas no salen por ningún lado, si no es que hacemos un máster para turboliteraturizarnos. Yo he dado en una hora toda la lírica tradicional. Dar es un decir, claro. ¡En mi vida me hubiera imaginado en este trance! Es como si me pusieran un pañuelo en la boca y me dijesen calla no digas nada más y pasa página (o siglo).
ResponderEliminarCarlos, me he contenido muchísimo, pero es verdad que no oculto cierto resquemor contra los constantes cambios que no son más que involuciones.
Ah, anónimo, malos tiempos para las Artes en general.
ResponderEliminarAsumámoslo: la literatura ha muerto.
ResponderEliminarEn la selectividad andaluza cada vez pierde más peso, y el siguiente paso es que desaparezca por completo.
Lu, saludos y que sigas recuperándote.
Muchas gracias por la entrada. Pienso lo mismo, lo mismo, lo mismo. Y gracias por citar el artículo de R. Montero.
ResponderEliminarEscribí una carta al director, que publicaron, sobre las lecturas. Y también escribí al 'conseller'. Al menos, ahora nos informan de los libros de lectura con más tiempo.
Saludos cordiales desde BCN
JLG, me cuesta asumirlo. Me resisto a aceptarlo.
ResponderEliminarRicardo, creo que todos estamos en el mismo barco remando a contracorriente y protestando, reivindicando, levantando la voz...
Gracias por tu visita
Cuanto más conozco el sistema educativo, más me decepciono. ¿Cómo afrontar luego eso de motivar al alumnado? ¿Para cuándo una motivación para el profesor?
ResponderEliminarÁnimo, Lu, que no puedan contigo.
El desánimo es el peor camino porque nos paraliza. Pero si recortan horas como os sucede en Cataluña es fácil caer en él. Una vez más está David contra el gigante Goliat, pero creo que hay que enseñar el gusto por la literatura contra los programas, contra las instituciones y contra el sistema educativo. Al igual que una lengua como el gallego pudo sobrevivir durante siglo (Os séculos oscuros)hablada solo , y a escondidas casi, en el ámbito familiar, debemos seguir nuestra propia intuición y saltarnos los programas para conseguir crear un gusto lector. Los burócratas de la enseñanza no leen, está claro, ¿por qué seguir por el camino que nos marcan? Yo soy insumisa y hoy voy a "perder" una clase de lengua leyéndole a mis alumnos los poemas más mordaces de Quevedo. ¡Van a flipar!
ResponderEliminar¡Ánimo!
Desde luego, Lu, dar bachillerato es angustioso en las circunstancias que tan bien describes. La literatura si algo necesita es tiempo, para leerla, para comprenderla, para contextualizarla, para comentarla, debatir sobre las ideas que produce o suscita. Supongo que esos de los despachos quieren demostrar que el nivel es muy alto y se han soltado con un programa absurdo e inabordable. No doy lengua en bachillerato, pero sé de las angustias de mis compañeros cuando se enfrentan a esa tarea imposible. Todo esto me produce tristeza, una desmoralizadora tristez. La literatura necesita tiempo para reposar y adquirir dimensión. Para darla así, que la prohíban, que la eliminen de los programas.
ResponderEliminarSuscribo la indignación. Lengua y literatura tiene dos horas, las mismas que CMC y educación física, materias que solamente se dan un curso, no entran en selectividad y... no entro a valorar. Y encima ponen lecturas inabarcables, genial
ResponderEliminarHorror.
ResponderEliminarUna más, claro. Total, para lo que vale enseñar, aprender y crear personas... Yo a estas personas de los despachos los llamo desertores de la tiza.
Respecto a lo explicar los tipos de textos en Historia, por ejemplo (es la clase que doy), no tengo problema, porque los alumnos y los padres me dicen con frecuencia que da igual cómo escriban sus hijos en mi asignatura, porque esto no es Lengua y que pueden escribir "como les suene"
Saludos.
Hortensia, estoy de acuerdo contigo en que hay que enseñar contra los programas. Hoy solo es posible ser insumiso en la ESO, pero no en el bachillerato, pues ahí está la espada de Damocles de la selectividad.
ResponderEliminarJoselu, tú sabes como yo los efectos de este recorte, aunque no lo des Lengua. Se mire por donde se mire no se entiende que se quiten horas y se amplíe el programa. Todos los días me enfrento a la pena de tener que decirme a mí misma, esto no lo cuentes que te excedes. ¡Con lo que cuesta no explayarse cuando se tiene un texto literario en la manos!
Eduideas, con tu comentario me has sacado del aprieto de responder a Eduardo Larequi.
Negrevernis, a los "desertores de la tiza" me gustaría ver a pie de aula con el programa que han pergeñado.
Deprimente. Cuando las barbas de tu vecino veas pelar...
ResponderEliminarEl artículo de Rosa Montero que ha originado el debate recoge el sentir de muchos profesores de Literatura. Como dice la escritora, los que realizan esas programaciones demenciales ni leen ni aman los libros.
ResponderEliminarLa falta de coordinación entre el estudio de obras literarias y de las etapas históricas que permitirían contextulalizarlas y entenderlas ya era un tema muy cuestionado en mi época de estudiante de BUP. Si en tantos años no han sido capaces de solucionar algo tan simple, no soy muy optimista de la mejoras que puedan incorporarse.
Comparto con Lu la presión que implica dar Bachillerato. Las programaciones son inabarcables y no son realistas ni con los tiempos de aula ni con los conocimientos previos de los alumnos. Muchas veces el tiempo se va en contextualizar, precisamente, y en rellenar lagunas.
De todas formas, aquí en Aragón, desde este curso, tenemos cuatro horas para Lengua y Literatura en 2º de Bachillerato( 3 horas en 1º). Veo que somos privilegiados ;-)
Un saludo.
Gemma, espero que no se extienda a otras comunidades vecinas.
ResponderEliminarMe alegra oír a Ester que en Aragón disfrutan de 4 horas.
Hablando con docentes de Madrid, me comentaban que también tenían 4 horas semanales. En Cataluña, nunca hemos tenido más de 3, pero ya nos conformábamos.
¡Oh tempora, o mores!
A riesgo de concitar las iras de todos los comentaristas me gustaría concretar algún aspecto de esta polémica. Me da la impresión de que cuando se habla de contenidos, horarios, temas obligatorios, etc. siempre se cargan las tintas en la administración, en los desertores de la tiza (entre los que según parece me toca colocarme), los técnicos de despacho, etc. como responsables del aumento de materia y de la disminución de horas que llevan al desastre a nuestro sistema educativo.
ResponderEliminarCreo que necesitamos leer con calma las orientaciones de la administración y los currículos oficiales. No conozco a fondo el currículo de Cataluña pero copiando el decreto de enseñanzas mínimas en el bloque de educación literaria para 3º curso, por ejemplo, dice así:
"Lectura de obras o fragmentos adecuados a la edad,
relacionándolos con los grandes periodos y autores de la
literatura desde la Edad Media hasta el siglo XVIII.
Lectura comentada y recitado de poemas, comparando
el tratamiento de ciertos temas recurrentes, en distintos
periodos literarios, y valorando la función de los
elementos simbólicos y de los recursos retóricos y métricos
en el poema.
Lectura comentada de relatos, observando la transformación
de la narrativa desde la épica medieval en verso a
la narración moderna en prosa, y del héroe al personaje
de novela.
Lectura comentada y dramatizada de obras teatrales..."
Como se ve no aparece por ningún lado la obligatoriedad de lecturas. Está en nuestra mano realizar la selección de obras o fragmentos. Lo que ocurre es que habitualmente esta selección se la dejamos en mano de las editoriales que convierten su visión de la materia en el currículo real. Pero esto es otro tema que sería muy interesante abordar.
Creo que hay que repartir las responsabilidades de manera adecuada porque los documentos oficiales son mucho más avanzados que muchas de las prácticas que se llevan a cabo en las aulas.
A nosotros, los profesionales que constituimos esta comunidad virtual, nos toca tener una visión más avanzada de la enseñanza y no añorar contenidos y modos propios de otras épocas y de otra escuela que no son compatibles con la escuela del siglo XXI que todos perseguimos.
Marimar, no puedo estar más de acuerdo contigo si estamos hablando de la ESO, pero mis quejas van para el currículum de bachillerato, en el que los documentos oficiales no son solo orientaciones, sino listas lecturas prescriptivas, es decir, obligatorias.
ResponderEliminarEn la ESO, gozamos de la libertad que tú apuntas de elegir los contenidos, siempre que estén orientados a desarrollar las competencias. Pero el bachillerato es harina de otro costal.
Una cosa sí parece clara: a las autoridades educativas la formación literaria les parece algo así como un lujo prescindible, mejor que los chicos se dediquen a otras cosas.
ResponderEliminarCreo que sucede lo mismo con la filosofía, la música y las otras artes del viejo sistema secular de la cultura occidental.
La profecía que empezó en los 80 -las letras no sirven para nada- se va autocumpliendo con presteza.
En Castilla y León la Literatura en la Selectividad consiste en la exposición teórica de un tema ¿para qué perder el tiempo con las lecturas? Es más cómodo someter a los alumnos a una "sobedosis" sintáctica y morfológica y entrar en la sala de profesores con una sonrisa de oreja a oreja el día que se publican las notas de la Selectividad y recibir la enhorabuena de todo el profesorado del centro por las excelentes notas de tus alumnos.
ResponderEliminarAdemás los alumnos optan entre dos temas, uno anterior a la guerra civil y otro posterior. Sin palabras...
Hay una obrita de teatro que satiriza con gran ingenio la situaciñon de la penosa situación. Acabas riendo por no llorar. Pasadlo y hacedlo llegar al máximo número de sufrientes profesores. Les puede servir de terapia de consolación. Se descarga gratis en: http://www.bubok.com/libros/7929/TEATRO-ANTIPEDAGOGICO
ResponderEliminarLu,gracias por recoger la indignación de los "profes" de Lengua Y Literatura de Cataluña (no conozco a nadie que opine lo contrario).
ResponderEliminarYo creo que el examen de Selectividad será facilón. No puede ser de otra manera: a la administración no le interesa que ascienda el número de suspensos.
En cuanto a lo de "las barbas de tu vecino...", no sufráis los que estáis en otras comunidades. Tengo familia en Aragón y es otro mundo. No creo que haya "peligro". Hace años que el Departamento de enseñanza catalán quiere estar en la vanguardia de-no-sé-muy-bien-qué y así nos corre el pelo a toda la comunidad educativa en general.Y así están las estadísticas que tanto les preocupan a los políticos.
Muy bueno lo de los "desertores de la tiza". Claro que pronto deberemos hablar los "desertores del teclado" o del "ratón", si es que la administración tiene listas las aulas para el proyecto "un ordenador por alumno" en septiembre. A algunos centros ya les han comentado que no estarán preparadas hasta octubre. Veremos.
Ya veis que estoy "optimista".
guaaa!! me encanta el blog, siempre encuentro temas muy interesantes.
ResponderEliminarmuy interesante el articulo, mi enhorabuena sigue asi
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