"¡Hola profe!", así empieza la conversación que he mantenido esta mañana con una alumna, mientras estaba aprovechando el calorcito de este sol asustadizo de agosto y antes de que la lluvia volviera a descargar sobre la playa. Éste es un retazo de la conversación:
-¡Hola profe!
- Hombre, ¿qué tal? ¿Cómo te va el verano?
- Bien, muy bien [...]. Veo que no pierde el tiempo. Siempre trabajando. (El tratamiento de usted me ha sorprendido, pero no he querido darle más importancia.)
- ¿Por qué lo dices?
- Está leyendo.
- ¿Y a ti te parece que estar leyendo es estar trabajando?
- Bueno, pues... pensándolo bien me he leído dos libros de las "lecturas al sol" y no lo he pasado mal. ("Lecturas al sol" es el título de una lista de libros que recomendamos para el verano. Era eso, una lista de recomendaciones que no iba acompañada ni de tareas, ni de la obligación de dar cuentas del trabajo realizado.). Pero... es que está tomando notas.
- ¡Ah, claro! ¿Y si te dijera que estoy preparando las lecturas de bachillerato?
- ¿En la playa?
- ¿Sabes de otro sitio mejor...?
- Vale, vale...
- Pero, ¿por qué lo hace? Está de vacaciones.
- Porque quiero y porque me gusta y porque me apetece hacerlo relajadamente y porque me lo estoy pasando bien. Aunque no te lo creas, me estoy riendo muchísimo (con Tres sombreros de copa).
- [...]
La lluvia ha puesto fin a una conversación de la que he sacado algunas conclusiones:
1. Sospecho que esta alumna ha venido atraída por la curiosidad de ver qué estaba leyendo.
2. Le ha faltado tiempo para decirme que ella también ha leído, ella que siempre arrugaba el ceño cuando se trataba de leer (¿ha debido dar el salto del estadio de antilector a lector estándar?). Ha echado mano de la lítote "no lo he pasado mal" porque le cuesta admitir que ha leído y que además le ha gustado.
3. Según ella, no es lo mismo leer que leer y tomar notas.
De las conclusiones, he extraído algunas notas sobre la lectura y los jóvenes lectores, tema sobre el que curso tras curso volvemos los profes de lengua:
1. CURIOSIDAD Y MODELO. Children see, children do. Este lema encabeza una campaña sobre la influencia que ejercen los adultos sobre los niños. En la misma línea y salvando las distancias, sigo creyendo que la lectura es una actitud que debe mostrarse. Sí, ya sé que no digo nada nuevo, pero este curso sueño con destinar una hora lectiva a la lectura. Bien, durante ese tiempo, pienso acomodarme y leer en compañía de mis alumnos.
2. DIÁLOGO. El que ha tenido la experiencia de leer y disfrutar con el libro siente la necesidad de compartirlo. Eso ha hecho esta alumna. Eso es lo que hay que promover, espacios de conversación sobre las lecturas.
3. LEER POR LEER. La lectura debe ser un ejercicio de libertad. Eso se contradice con la práctica de la evaluación, por lo que, poco a poco, me convenzo de que hay que deslindar la lectura de un libro con una tarea escolar.
Aprovecho para recomendar un post sobre campañas de fomento de la lectura en Nosololibros.
¿Qué puedo decir? Estoy completamente de acuerdo contigo!
ResponderEliminarPero, ¿por qué se ha llegado a esta situación tan absurda en la que hace falta jusificarse si se lee y además se disfruta? ¿Cuáles son los modelos que influyen en los jóvenes?
Sé que las preguntas no son nuevas, pero sabiendo bien que el mimetismo y la necesidad de sentirse admitidos en su grupo de iguales son características de la adolescencia y primera juventud, merece la pena leer con ellos. Alguno se aficionará y se multiplicará así el efecto!
Como siempre, estupendo. Durante este curso una compañera de lengua destinaba todas las semanas una sesión a leer con sus alumnos: relatos, novelas cortas, teatro... A veces les pedía cosas; otras, no, dependiendo de varios factores. Se engancharon muchos alumnos a la lectura. Muchos pedían que lo hiciéramos los demás, aunque debo reconocer que lo intenté pero por muchos motivos no supe hacerlo...
ResponderEliminarEnhorabuena por esta página y por todo :-) A pie de aula es una maravilla :-) Da energía, alegría, ganas!!! Contagia optimismo, entre muchas otras cosas :-)
¿Qué decir? Pues, amén, Lu, amén, porque la cosa es así como tú dices.Ya me gustaría añadir más cosas porque estos artículos tuyos son para mí como tirarme de la lengua, pero me contendré en una sola idea: suelo decir que en hábito lector prácticamente lo único que tenemos que hacer los profesores es "dar de leer", como quien da de comer o da de beber, lo demás es parafernalia. Y no hay excusa, cada uno que lo haga como quiera, pero tenemos que "dar de leer al estudiante", luego cada uno que coma lo que quiera y beba lo que necesite. Así al final podrán decir: porque tuve necesidad de saber y me diste de leer, porque tuve necesidad de sentir y me diste de leer, porque tuve de necesidad de otros mundos y me diste de leer, bendita, bendito seas (lo que yo pienso de quienes me dieron de leer).
ResponderEliminarLo de recomendar nuestro post sobre la publicidad en lectura un lujo que merece todo nuestro agradecimiento.
Lu, cómo se nota que nos acercamos al comienzo de curso. Los temas esenciales vuelven sobre nosotros y siempre quedan ahí, pendientes de solución. Más aún en nuestra asignatura en la que los contenidos se despliegan en forma de abanico: conocimientos de lengua, de literatura, actividades de comprensión, expresión, lecturas obligatorias, comentarios de texto, ortografía, léxico, mil cosas, ... tantas que se nos quedan todas a medias. Por su puesto el gusto por la lectura es muy importante pero cuándo nuestro sistema educativo evalúa el gusto? Los alumnos pueden pasar por la ESO y el BAT sin adquirir ningún gusto por la lectura. Nadie se lo va a impedir. Todos sabemos que lo que "cuenta" es la sintaxis y la expresión escrita.
ResponderEliminarEstoy contigo en que hemos de buscar formas para potenciar el gusto por la lectura. Por ejemplo, necesitaríamos algo bien sencillo y que por lo visto no tiene cabida en los IES: una sala de lectura. No digo una biblioteca, digo una sala de lectura. En casa cada uno lee, bien a gusto, en una butaca. Yo tengo asociada la lectura a un cómodo sillón orejero reclinable. En los instis eso no parece posible. Nunca hay espacio para una cosa así "tan superflua".
Encantado Lu de saludarte y de estar otra vez por aquí.
Nunca habrá una fórmula mágica para encantar a los jóvenes con la pasión de leer. Los métodos, en cuanto a métodos, se convierten en algo aburrido, de modo que hay que estar siempre inventando. Es un placer leer tus propuestas, pero lo mejor es ver cómo te reinventas curso tras curso. Te seguimos.
ResponderEliminarSi hubiera una fórmula mágica, no estaríamos aquí debatiendo. A mí lo que me asombra del género humano es que su condición de racional no conlleva necesariamente la curiosidad por el saber (y la lectura). ¡Qué imperfectos somos!
ResponderEliminarObviad esta reflexión, es para desdramatizar el trauma sobre el que volvemos año tras año al ver que tenemos encomendada la tarea de infundir el placer y el hábito por la lectura a unos jóvenes cada vez más resistentes a la reflexión y al recogimiento. Vivimos en la sociedad del ruido (en el sentido literal y figurado)y éste es incompatible con el silencio que requiere la lectura.
Además, creo que con tantos planes y campañas hemos perdido la esencia. Muchas campañas de animación a la lectura son puro espectáculo.
Creo que en la sencillez está la fórmula que andamos buscando, algunos de sus ingredientes son LIBROS, TIEMPO, Y RECOGIMIENTO.
De acuerdo con todos y cada uno de los "comentaristas".
ResponderEliminarPara mi, la lectura debería estar relacionada con tranquilidad y comodidad (con lo que se lee y con cómo se lee), como afirma Javier. Comodidad, pues, en todos los aspectos y sentidos, incluyendo el contexto espacial en que se lleva a cabo la lectura.
Los libros, como bien dice bibliorios, nos hacen descubrir, sentir y vivir nuevos mundos, ahí es donde reside el atractivo de la lectura. Pero aunque la lectura ya posea atractivo en sí misma, siempre podemos incrementarlo mediante otras actividades, que se pueden realizar antes, durante o después de la lectura, como: visionado de adaptaciones teatrales, televisivas y/o cinematográficas de la obra, debates, dramatizaciones, y un laaargo etcétera.
Un saludo,
Amparo
Totalmente de acuerdo con vosotros. En nuestro centro, Núria nos "convenció" de que "perdiéramos/invirtiéramos" una hora semanal a la lectura, durante un trimestre. La iniciativa ha sido todo un éxito.
ResponderEliminarLa idea de dedicar una hora semanal a la lectura es una buena propuesta que circula en algún comentario, pero para ello es necesario conocer antes la idiosincrasia del grupo. Los hay inquietos y nerviosos y los hay más tranquilos y adaptables. Los hay que se acuerdan de traer el libro y los que siempre se olvidan, los hay que disfrutan de esa hora y aquellos para los que es un suplicio por la falta de concentración que padecen. Por ellos, entiendo que los métodos, las estrategias de animación a la lectura, son difíciles de establecer de antemano. Dependemos de ese azar que es el grupo que nos ha tocado en clase. Lo que es bueno para unos, es poco apropiado para otros. Tengo varias posibilidades para encarar en nuevo curso pero antes he de saber con quién me las tendré que haber. Ese es el maravilloso (y difícil) reto que tenemos cada año.
ResponderEliminarHola,
ResponderEliminarsoy "nuevo" (Marc Batlle i Izard, Barcelona) pero si os puede servir, desde mi pozo de los recuerdos: mi hijo pequeño, cuando estaba en primaria jugaba sólo en el recreo "a Harry Potter". Sus compañeros le pidieron participar.
Su propuesta: "teneis que leer el libro, después jugamos".
Los niños a leer, los padres maravillados y contentos. Dias después todos jugaron y continuaron leyendo mucho.
Hola de nuevo,
ResponderEliminarpregunta:
En la biblioteca del IES, hay COMICS (Mortadelos, Marpel, Tintín, Astèrix,...?
A veces, el deseo de leer empieza por pequeñas cosas.
Por supuesto que hay cómics. Es una sección que hay que cuidar muchísimo.
ResponderEliminarMuchos lectores se inician a la lectura con este género.