No salgo de mi asombro. Llevo dos días ojeando libros de texto con la ímproba tarea de elegir uno y… ¿qué ha sido lo que me he encontrado? Pues, nada más y nada menos que la cita de nuestros materiales y los de otros profesores (ver webs docentes) en el apartado de propuestas TIC.
De momento, he detectado la cita de nuestras páginas en dos proyectos editoriales (McGraw Hill y Castellnou) y en ningún caso la empresa se ha puesto en contacto con nosotras para comunicárnoslo. Mi enfado es tal que intento contener mis palabras, pero quiero dejar constancia de la poca profesionalidad con la que han actuado. Imagino que esto ha sucedido dada la premura con la que se ha publicado el nuevo decreto de enseñanzas medias, que aunque es provisional, incorpora las TIC en el nuevo currículum de lengua. No obstante, lo cortés no quita lo valiente, por lo que no disculpo esta práctica que considero un antiejemplo de lo que es la netiqueta.
Tiene alguien alguna sugerencia, además de presentar una queja formal a los responsables editoriales.
Ay, Lu, eres tú quien los has defraudado, pues esperaban que te pusieses contenta de ver que te citan como autoridad... De hecho, esperaban tu llamada de eterno agradecimiento, ya que así incrementas el número de visitas a tus recursos, de los que -como todos sabemos- obtienes las rentas que te permiten llevar una vida disoluta de blogprofesora.
ResponderEliminar(Para los profanos en la materia, todo esto es ironía, por supuesto)
Hace ya muchos tiempo (unos 10 años… toda una eternidad…) dejé a una conocida editorial (Santillana para más señas) unas unidades didácticas para la enseñanza de las Matemáticas para adultos. Lo hice aconsejado por un compañero de Primaria que tenía relaciones empresariales con la editorial en cuestión. “Te dirán algo enseguida pues están deseando empezar a publicar materiales didácticos enfocados a la enseñanza de adultos”. Yo tenía preparadas otras unidades didácticas esperando que fuesen de su interés. Menos mal que no les proporcioné todo el trabajo. Pasaba el tiempo y la editorial no decía nada. Al final, tuve que pedirle a mi amigo que, por favor, les dijese que, si no estaban interesados en mi trabajo, me devolvieran mis materiales. Al cabo de un tiempo, mi amigo me trajo a casa los materiales. Un año después, llegan libros de muestra a mi centro de trabajo. Ojeo el de Matemáticas. Me sube un rubor inmediato al leer los contenidos sobre los números racionales (las unidades que les había dejado). Tuve que cerrar el libro. No podía seguir leyendo...
ResponderEliminar¿Qué hacer?
Nada.
Mis materiales no estaban registrados… Por otro lado, no se había hecho una copia literal. Sólo un entendido en la materia hubiera podido descifrar que los autores de aquellas páginas se habían inspirado en otros materiales que, hasta este momento, presentaban novedades desde el punto de vista de la didáctica no conocidas, o, al menos, no publicadas en nuestro entorno. Tres o cuatro años después, mis materiales de matemáticas para adultos fueron agraciados con un premio de la Comunidad de Madrid a materiales curriculares. Bien es verdad que, una vez concedido el premio, el trabajo está almacenando polvo en alguna estantería de los sótanos de algún edificio de la Consejería de Educación… Pero ese premio me confortó de aquel importante disgusto con el que perdí esta inocencia de pensar que todo el mundo es ético con el trabajo de los demás.
Ahora, la realidad es muy distinta. Libros de texto, que valen lo suyo, hacen referencia a materiales que colocamos en la red sin ningún afán de lucro. Nuestras licencias son copyleft. Pero copyleft quiere decir que otros las puedan usar siempre y cuando no obtengan beneficios económicos de ello. Entre otros temas. Una editorial es, por definición, una empresa que obtiene beneficios de la venta de sus libros. Habrá que denunciarlos. Nuestro trabajo no está a su disposición. Que esté en internet no significa que se pueda coger así como así. Alguien me decía esto: "Como está en internet… ¿por qué no voy a poder cogerlo y manejarlo según mis intereses?" En ese momento estábamos en una cafetería. Le dije: “como está en la mesa de al lado, yo me puedo llevar toda la cubertería sin ningún problema” Estar al alcance no es estar disponible. En la calle hay cantidad de objetos que a nadie se le ocurre llevarse a su casa… por mucho que estén “a disposición de todos”. Supongo que estamos empezando a necesitar consejeros legales para enfrentarnos a lo que puede ser una dura batalla. Porque esto no ha hecho más que comenzar.
Ay, Antonio, si te digo que no sacamos ni para pagar el hosting. No te creas que el asunto tiene miga.
ResponderEliminarMe imagino a todos los centros que trabajan con McGraw visitando nuestra página a costa de haber pagado el libro a la editorial.
Son unos... (mejor me callo).
Mientras editaba el otro comentario, no he visto el tuyo Ángel.
ResponderEliminarCreo que lo que ha sucedido es novedoso. Antes del nuevo decreto, nadie había dicho ni pío sobre las TIC, ahora que se ven obligados, en lugar de actuar con decencia contratando personal para elaborar los materiales, se valen de los que hay en la Red. A cambio, ni un correo de solicitud, ni unas palabras de cortesía.
Son tácticas comerciales agresivas de las que mi compañera y yo queremos defendernos.
Aunque no sabemos cómo.
Supongo que lo que han hecho ha sido referenciar esas páginas ¿no?, es decir, incluir la URL. Yo creo que eso puede hacerse, es como poner un enlace, ello no lo publican. De la misma manera que si yo enlazo un mapa conceptual de Santillana tampoco pasa nada, otra cosa distinta es si lo copio y lo publico en mi web.
ResponderEliminarEs cierto que la balanza está completamente descompensada: las editoriales no nos ofrecen nada cambio, desconocen las licencias creative common, así que creo que aunque pueda ser legal es desigual y tienes toda la razón al indignarte.
Lourdes, en algunos casos es una referencia; pero en los más, es una actividad del tipo:
ResponderEliminarVe a esta página y haz los ejercicios tal y cual.
Tal y como se presentan las referencias, suplen la labor de la editorial de diseñar y proponer sus propios ejercicios.
Como señala Lourdes Barroso, la inclusión de enlaces, incluso en la forma en que éstos son presentados por la editorial, no parece una práctica ilegal.
ResponderEliminarOtra cosa es (y coincido contigo, Lu) que sea vergonzosa, abusiva y ventajista, habida cuenta de la desproporción de medios existente entre una editorial y unas profesoras "a pie de aula", y de lo que establecen las condiciones de las licencias CC que habéis escogido para publicar vuestros materiales.
Lo que había que hacer es organizar una plataforma de denuncia de estas prácticas, poner nombres y apellidos a quienes las protagonizan (como has hecho tú) y, si se tercia, promover boicoteos.
No es de recibo que las editoriales se lucren con vuestro esfuerzo, desde luego que no.
Quiero entrar al fondo de la cuestión: los libros de texto pervierten todo tipo de innovación.
ResponderEliminarEn este caso, una novedad de los nuevos currículos ha sido la exigencia de que desde las distintas áreas se atienda el desarrollo de determinadas competencias básicas, entre ellas la competencia digital.
Pues bien, ello significa, no un simple añadido de sitios donde encontrar actividades para que los alumnos realicen algún ejercicio aislado, sino la incorporación de las TIC para enseñar y para aprender los contenidos del área. Esta incorporación requiere un replanteamiento de los métodos de trabajo.
Pero los libros de texto, en vez de servir de instrumentos de innovación, se mantienen en lo de siempre: la transmisión de contenidos con alguna pincelada de actividades de aire más moderno e innovador. Es lo que ha pasado con la introducción de la gramática textual, que en vez de servir para orientar mejor las activiaddes de comprensión y de composición de textos, ha pasado a engrosar el listado de conceptos que los alumnos han de memorizar para examinarse. Va a pasar con la orientación de la gramática que se da en el nuevo currículo: en vez de integrarla con el aprendizaje del uso de la lengua, servirá también para incrementar los conceptos que los alumnos deberán memorizar.
El libro de texto es una colección rígida de lecciones y de ejercicios de aplicación que el profesor manda hacer tras la explicación de las lecciones. Luego, dependiendo de las "modas curriculares", pincelada de novedad por aquí, pincelada de novedad por allá. Pero el modelo sigue intacto.
En este contexto es donde ocurren cosas como las que Lu denuncia. Creo que hemos de amplificar esta denuncia hasta donde podamos. Pero yo proponga más cosas: que de una vez por todas llamemos al uso de materiales en línea que hagan innecesarios los libros de texto. Que empecemos a crearlos, a sistematizar lo que ya hay con la idea de que cada vez menos gente compre libros de texto.
Podríamos abrir una campaña que se llamara, por ejemplo, "¿Y si los libros de texto no fueran necesarios"?
Progongo que en Ayerbe tratemos esta cuestión. No puede haber aprendizaje basado en Internet con los actuales libros de texto (al menos en las áreas que conozco).
Pregunta final. ¿Peo no ofrecen las editoriales lel tipo de material que el profesorado demanda? ¿Qué es antes, el huevo o la gallina?
Tienes razón, Felipe. El encuentro de Ayerbe puede ser un buen momento para debatir esta cuestión y levantar la voz como se hizo en ROA.
ResponderEliminarSi el trabajo me lo permite, haré un post sobre cómo se presentan las TIC en los proyectos editoriales que he revisado a fondo.
Mientras, ando haciendo llamadas, consultas, peticiones... acerca de qué es lo que podemos hacer Ana Romeo y yo al respecto.
Estoy con Felipe:
ResponderEliminarPero los libros de texto, en vez de servir de instrumentos de innovación, se mantienen en lo de siempre: la transmisión de contenidos con alguna pincelada de actividades de aire más moderno e innovador. Es lo que ha pasado con la introducción de la gramática textual, que en vez de servir para orientar mejor las activiaddes de comprensión y de composición de textos, ha pasado a engrosar el listado de conceptos que los alumnos han de memorizar para examinarse. Va a pasar con la orientación de la gramática que se da en el nuevo currículo: en vez de integrarla con el aprendizaje del uso de la lengua, servirá también para incrementar los conceptos que los alumnos deberán memorizar.
El libro de texto es una colección rígida de lecciones y de ejercicios de aplicación que el profesor manda hacer tras la explicación de las lecciones. Luego, dependiendo de las "modas curriculares", pincelada de novedad por aquí, pincelada de novedad por allá. Pero el modelo sigue intacto.
Mi eslogan para la campaña: ¿Libros te texto? No, gracias...
Luego está el tema legal, ético, etc. Las editoriales sólo hablan de líneas de negocio y el de los libros supone pingües beneficios, como para renunciar a ellos. Un barniz innovador y lo de siempre, que para eso algunas Comunidades Autónomas financian a través de las becas de libros el negocio... y mientras mirando hacia otro lado.
El caso es que los que estamos organizando lo de Ayerbe discutíamos acerca del uso del copiar y pegar, las licencias Creative Commons y todo eso, pero el asunto, con ser importante, todavía va más allá. En todo caso, el ejemplo del que hablamos ilustra una mala práctica de integración de las TIC y una peor aplicación de las competencias digitales y de esto sí podemos hablar en Ayerbe, sin duda.
Lu una maldad para iniciar la denuncia pública: cambiar la ruta de los enlaces, eso invalidaría el libro de texto, y al menos en esta edición los dejas fuera de juego, no sé cómo tenéis montando el sitio y grado de dificultad implica, bastaría con renombrar las carpetas.
ResponderEliminarLa propuesta tiene sus inconvenientes para vuestros usuarios habituales, pero igual se puede arreglar, podría solucionarse por la vía de añadirle al nombre de las carpetas las letras cc. No sé, os mando la idea por si vale.
Me apunto a lo que dice Barroso.
ResponderEliminarEn el colegio estamos planteando seriamente coger esta editorial, McGrawHill. Ya he comentado lo que están haciendo.
Realmente tienes poco que hacer, creo yo, pues dar referencia de una página web no implica delito pero el problema surge cuando publican esos materiales como le pasó a Ángel Puente.
Es necesario protegerse e indagar cómo. ¿y la sociedad de autores no puede decir algo?
Estoy completamente de acuerdo con Felipe Zayas.
Interesante asunto el que aquí se plantea. Y más complicado de lo que parece. Se cruzan aspectos clave sobre uso y desarrollo de la Web. Mi opinión es bastante descarriada en estos puntos, así que no sé si atreverme a exponerla. Lu, espero que me disculpes por permitirme, haciendo de abogado del diablo, lanzar algunas extraviadas observaciones y preguntas para azuzar el debate (que no todo va a ser cuánta razón tenemos):
ResponderEliminar1. Los libros de texto tienen los días contados, pues con los contenidos que tenemos y tendremos en la Red serán perfectamente prescindibles. La tecnología acabará imponiéndose. Ahora bien, en la actualidad, ¿disponemos en los Centros de la infraestructura necesaria para poder trabajar conectados en cualquier momento? ¿Es realmente posible (en general) llegar a un Centro y decir yo prescindo del libro de texto porque voy a trabajar con Internet?
2. ¿Existe suficiente formación digital y metodológica para poder prescindir de los libros de texto?
3. ¿Cuántos wikis colectivos docentes con participación activa hay funcionando y creciendo en contenidos regularmente?
4. El problema no es que la editorial me enlace o me copie el wiki. Ojalá. Habrían picado en el anzuelo y estarían cavando su propia tumba (por eso sólo ponen algún enlace de forma decorativa). El problema es que los compas no se suman a participar en los wikis y crear su propio blog docente. En el momento que se sumen, las editoriales están muertas. ¿Por qué no se se suman? Masivamente quiero decir, no sólo una minoría. Volvemos a lo de antes: falta infraestructura, formación y capacidad de trabajo en colaboración, sin personalismos de autor.
5. Crear itinerarios TIC de ejercicios y actividades para cada curso enlazando materiales de la Web creados por otros docentes es una de las prácticas más recomendables. ¿No es ético que lo hagan las editoriales? (No sé si será ético, pero sé que no les conviene hacerlo seriamente y por eso sólo ponen algunos enlaces)
Y si me propusieran crear un itinerario de enlaces cobrando, ¿sería ético que lo hiciera? ¿Sólo si pido permiso a los enlazados?
6. ¿Tenemos que pedir permiso cada vez que hacemos un enlace? ¿Sólo cuando nos vayamos a lucrar con el material creado?
7. El código abierto y la libre disposición son uno de los pilares de la nueva Web y de la manida sociedad del conocimiento.
8. Los que crean y desarrollan programas están deseando que las empresas utilicen sus nuevas aplicaciones, pues ello es una de las claves de su éxito y difusión. Lo importante es que el programa sea utilizado.
9. El copia y pega, cuando se hace con sentido, es bueno y beneficia a todos. La larga cola, la difusión viral, se alimenta de ello. Se debe citar, claro, ¿pero no es enlazar una forma de citar? El texto hipertextual (con muchos enlaces, quiero decir) es una de las maravillas de la Web.
10. ¿Estamos a favor o en contra de los derechos y las sociedades de autor?
Yo no soy tan belicoso como Felipe o Víctor en el tema de los libros de texto. Los libros (y los libros de texto, entre ellos) tienen un papel que cumplir en la actividad didáctica del docente que crea conveniente emplearlos. Sirven para ciertas funciones, y no sirven para otras.
ResponderEliminarEntre estas últimas se cuenta, indudablemente, la alfabetización digital. Y es que el formato libro es, en sí mismo, del todo insuficiente para garantizar el aprendizaje de tales competencias. No se puede realizar un aprendizaje en competencias digitales a través de los libros de texto, de la misma manera que no se puede aprender mecanografía sin un teclado. No es un problema de buenos o malos libros, ni de buenas o malas prácticas editoriales, sino de herramientas de aprendizaje que, con el tiempo, van sufriendo la erosión de la tecnología, los cambios sociales, los modelos pedagógicos, etc., lo cual obliga a sustituirlas o, cuando menos, a complementarlas con otras.
Ahora bien, es ilusorio plantearse la sustitución de los libros si no se cuenta con centros universalmente conectados, o casi. Y no menos ilusorio es, creo yo, pretender que la mayor parte de los docentes generen sus propios contenidos digitales para sustituir con ellos los soportes convencionales que hasta ahora se utilizan.
En el tema de la incorporación al currículo de la alfabetización digital, como en tantos otros, habrá que experimentar, realizar propuestas y decantarlas. Esas experiencias nos dirán que herramientas son válidas y cuáles no, cuáles tienen efectividad y cuáles son impracticables, qué recursos son pedagógicamente rentables y cuáles estorban.
Y, a lo mejor, para ciertas tareas seguimos pensando que los libros (incluso alguno de texto, con perdón) son insustituibles, o la pizarra y la tiza, como alguna vez ha dicho el propio Felipe al tratar de las clases de gramática.
Visto lo visto, no sé si debería opinar, pero no me puedo reprimir:
ResponderEliminar- No conozco la legislación vigente, pero no creo que sea delito ofrecer direcciones web. (Creo que a mí incluso me hubiera hecho ilusión...) Otra cosa muy diferente sería que los contenidos de esas direcciones aparecieran en el papel impreso sin haber solicitado previamente el permiso de los autores!
-No estoy en absoluto en contra de los libros de texto. Al contrario, me parece necesario tener algo tangible que estructure el contenido de un curso. Sí que habrá que ir cambiando el cómodo y reverencial uso de seguirlo punto por punto y limitarse a esos contenidos, y habrá que saber ir adaptándolos en función de las necesidades, posibles carencias y expectativas de los propios alumnos, pero en este punto la responsabilidad es de los propios profesores y no de las editoriales.
- Creo que las NN.TT., Internet y la Web 2.0 van a hacer que cambie el planteamiento básico de los libros de texto y el papel estricto del profesor, pero no veo por qué han de suponer la desaparición ni de las editoriales ni de los docentes!
Un saludo a todos.
Acabo de darme cuenta de que he utilizado una palabra con manifiesta impropiedad. He debido decir "beligerante", en vez de "belicoso", que tiene connotaciones mucho más negativas.
ResponderEliminarMis excusas, Felipe y Víctor. En modo alguno pretendía ser ofensivo con mi comentario.
Eduardo, no problemo!, que decía aquel. Comparto tus argumentos al igual que los de José Luis y menos los de Leonor. Necesitamos centros preparados para poder hacer la desconexión con los libros de texto y la conexión a Internet. Yo, además, abogo por el uso complementario y necesario de la biblioteca, en la que libros y más libros, ayudarán a estructurar el conocimiento. El debate es si son buenos en función de cómo se usan los libros y, con rotundidad, ahora pienso que se usan mal, que reemplazan a los proyectos curriculares, que limitan el saber y que hace que la metodología sea, esencialmente, expositiva. Por tanto, ¿libros de texto? no gracias. Es curioso que me doy cuenta de que en casi veinte años en diferentes etapas, eso sí, nunca he usado libros de texto.
ResponderEliminarWeb 2.0 y demás. Rotundamente sí; formación del profesorado, necesariamente sí; cambio en el paradigma educativo, evidentemente.
Problemas, imperfecciones, limitaciones... muchas, desde la infraestructura de los centros hasta la cultura individualista del profesorado, en general. Leonor, ¿seguro que necesitamos un libro de texto para estructurar una asignatura? En todo caso, el libro del profesor para que te de pistas, poco más. Gracias a las TIC el resto es asequible.
José Luis, copiar, pegar y enlazar en sí es compartir... según se mire. Creo en el reconocimiento del trabajo de la gente, aunque éste no deba ser un impedimento para su difusión - y esta es la clave- y aprovechamiento. Crear lleva su trabajo, reconozcámoslo.
Seguiría con el debate, pero creo que podemos seguir en Ayerbe más tranquilamente
Victor, no quiero abusar del espacio de Lu para seguir la discusión. Además, sé que me estoy adentrando en caminos farrangosos cuando no soy profe de la enseñanza reglada y llevo media vida en un país donde incluso en la enseñanza universitaria existe UN libro de texto!
ResponderEliminar¿Libro del profesor? Bien, pero a mí me interesa más el alumno y sigo pensando que el libro de texto puede ser un apoyo si está bien hecho, a pesar de sus limitaciones.
Pero aquí el tema principal de discusión es cómo reaccionar en un caso como el de Lu donde se referencie nuestra labor en la Web en uno de éstos. Y sigo sin encontrar el problema. Quizá peque de ingenua y tampoco digo que señalar dos o tres direcciones de Internet signifique ningún cambio radical en el enfoque de la enseñanza. Simplemente afirmo que, a mí como persona, creo que me alegraría que me mencionasen y dieran a conocer a más personas mi labor.
Ojalá pudiera asistir a Ayerbe, aunque ciertamente no quiero ser "belicosa" sino simplemente "beligerante"!
Resumiendo, que yo hubiera simplemente felicitado a Lu por ver su trabajo reconocido incluso fuera de este mundillo -todavía muy limitado- de la blogosfera, del que aspiro muy humildemente a sentirme una pequeñísima parte !!!
Alucinante descaro...
ResponderEliminarAntes que nada, decir que me parece como mínimo de mala educación el comportamiento de McGraw Hill y Castellnou. Si se hubiesen puesto en contacto con vosotras seguro que habríais llegado a un acuerdo que podría incluir vuestro compromiso a no cambiar la dirección de las páginas o a no eliminarlas durante un tiempo determinado.
ResponderEliminarEn este sentido me parece interesante la propuesta de Lourdes de cambiar la ruta de los enlaces. Esto sería un inconveniente para el profesorado que tiene las actividades enlazadas para trabajarlas en el aula, pero quizá se podría hacer que las direcciones que las editoriales han (ab)usado llevasen a una página en la cual ofreciéseis una explicación de lo que ha pasado y, a continuación, un enlace a los ejercicios.
De esta manera las actividades se podrían consultar pero quien las visitara quedaría informado de cómo han actuado (y seguramente piensan seguir actuando) las editoriales.
Si lo que hace la editorial es recomendar unos ejercicios dando unos enlaces, a mí, personalmente, no me habría molestado, pues supongo el reconocimiento de la autoría implícito en el enlace. Por otro lado enlazar es hacer una referencia, no es un uso propiamente dicho, ya que supongo que la batería de ejercicios propuestos será optativa y variada. Yo he utilizado enlaces con actividades de terceros en mis clases, además de las mías propias, constando en todos los casos, orígenes y autorías sin práctica alguna de ocultamiento o distorsión. Ciertamente es norma de cortesía contactar, citar y agradecer, aquí se tuvo poco detalle con vosotras.
ResponderEliminarRespecto al tema comercial – económico debemos de tener en cuenta que nosotros percibimos nuestra nómina por nuestro trabajo y los profesionales de la editorial, profesores muchos de ellos, también. El carácter directo o derivado de la forma de ingresar es circunstancial en este caso. Ciertamente nuestras actividades son de iniciativa propia, pública y gratuita; los centros nos enlazan, compañeros también, instituciones educativas y editoriales evidentemente. A mí eso me parece bien.
Respecto al “libro de texto NO”, yo prefiero la prudencia pues son muchos, mayoría, los compañeros que hallan en los libros de texto un cumplido desarrollo curricular que obligatoriamente han de cubrir en sus materias de trabajo docente. Evidentemente no encuentran nada mejor, ni hacen nada mejor, cuando tan mayoritariamente deciden utilizar libros de texto en su trabajo. Cuando es mayoría la que se equivoca ?? me tomo con calma las valoraciones.
Otra cosa es ¿CÓMO? utiliza cada profesor el libro de texto, si el libro de texto es un “catecismo” con un enfoque sesgado, si su uso no supera la mera transmisión de conocimiento, si se niegan oportunidades constructivistas en el aprendizaje de los alumnos, si es determinista, cerrado, carente de creatividad o propuestas divergentes… etc. Todo esto son valoraciones “a priori” pues el libro de texto es un simple instrumento en manos del profesor junto a otros que no tienen por qué ser olvidados o excluidos (dosieres, actividades en línea, textos diversos, herramientas web… etc.).
Hoy por hoy no disponemos de repositorios web que faciliten un desarrollo curricular completo y organizado del temario obligatorio como no sean los ofrecidos por las editoriales, generalmente. El uso docente es otra cosa, es cuestión de cada profesor y, la generalización en este caso, unida a una condena rotunda del libro de texto, me parece precipitada, hoy por hoy. Mañana por mañana… veremos. El profesorado “web” esperemos que deje de ser minoría, el profesorado que desarrolle contenidos y actividades propios también aumentará, la potencia de las líneas en nuestro centros supongo que permitirán mejor el trabajo en red - Internet… etc. hasta que lleguen los días en que los que no usamos libros de texto convencionales seamos mayoría en lugar de minoría como hoy. Tampoco las editoriales se quedarán quietas, ya se están moviendo, están digitalizando contenidos y acometiendo iniciativas web más allá de la simple relación de enlaces. ¿Anclajes en web 1? … después de 1 viene 2 … 3 y lo queda. Nada se queda quieto y menos en este medio.
He conocido propuestas anti-libro de texto hace más de veinte años que no han prosperado, muchas veces limitadas a reproducir materiales ya publicados y, curiosamente, otras veces, derivando en OTRO libro de texto “anti-texto” ¡¡¡ . Por supuesto no han faltado excelentes iniciativas y siempre hay profesores que superan con su ejercicio docente las limitaciones aquí citadas acerca de los libros de texto, lo cual no implica su supresión o abolición, al menos hoy por hoy.
A mi me parece que estamos tratando un tema interesante, pero que no se trata de TIC versus libros de texto. Se trata de cómo integrarlos.
ResponderEliminarA mí no me parecería mal que pongan una referencia a una web mía en un libro de texto. No me parece una buena práctica porque los que hacemos estas cosas solemos mudarnos de URL, pero allá quien lo haga. Más engaña que ilustra.
Me parece muy mal que en un libro de texto se indica directamente al alumno que vaya a tal web a hacer tal ejercicio. Eso me parece una cara muy dura. Y dudo que sea legal pero como la normativa es tan rara... (A ver si persiguen a alguien por fotocopiar la página donde se indica eso...jejeje)
Yo no diría nunca "Libros de texto, no." No renunciaría a los libros de texto como tampoco a la web 2.0. de lo que se trata es de hacer un uso inteligente de los recursos didácticos.
Pero hay quien quiere recetas par enseñar y ahí están los libros de teztos. hay quien quiere, necesita tenerlo todo bajo control, ¿herencia inconsciente de la censura? y por eso nos obligan a ponerlos, para beneficio de las editoriales.
Imaginemos: si una guía del profesor de una editorial, esas que suelen ser un compendio de refritos de los currículum y programaciones, solucionarios y reseñas bibliográficas, se propone que para completar tal tema se visite tal página y se hagan las actividades que se ven ahí. ¿Nos parecería mal?
Una de las razones por las que usamos el libro de texto es para que sirva de conexión entre los porfesores del mismo nivel y de los niveles entre sí. ¿Os imaginais, en la pura realidad, la coordinación que debería llevar un Departamento con varias aulas por nivel y profesorado de la asignatura con criterios pedagógicos diferentes, y encima no estables en su puesto, todo el trabajo del Proyecto Curricular, los criterios de evaluación, etc? ...ya me viene la contractura.
ResponderEliminarHe trasladado todas estas aportaciones al wiki del Encuentro de Ayerbe.
ResponderEliminarPodemos seguir hablando...
De acuerdo, Lu.
ResponderEliminarIntentaremos seguir la discusión en el wiki, a pesar de que hubiera haber podido hacerlo presencialmente en Ayerbe...
Buenos días,
ResponderEliminarMe gustaría preguntar a los/as visitantes de dónde sacan los recursos cuando hacen clase. Me temo que la respuesta sería: libros, internet, compañeros, etc.) y creo que es del todo lícito.
El objetivo, por paradójico que parezca es común: obtener materiales para favorecer el aprendizaje del alumnado.
La queja de la autora y de los que veo escriben aquí viene de que las editoriales citan (es decir, dan clics) a sus páginas y no les consultaron. Señores y señoras: ustedes publicaron una web que resulta accesible desde cualquier parte del mundo y en cualquier momento, y haciendo esto asumieron que muchos de sus colegas profesores y profesoras podrían hacer uso de sus ideas y materiales. Y sí, existe el Creative Commons, y se respetó, porqué esa es la naturaleza de la Red: compartir conocimiento respetando la autoría.
Creo que el tema Netiquette está aquí fuera de contexto así que no me extenderé en ello.
Es evidente que las editoriales deben crear materiales y facilitar la labor del profesor, y es evidente que referenciar buenos recursos en sus libros facilita la labor del profesorado que los use pero nada más.
Lamentablemente la escuela sigue años luz de la realidad del alumnado (y muchos profes también) así que no nos sorprendamos y agradezcamos que almenos en apariencia, se está haciendo algo en favor de la difusión de conocimientos.
Un saludo y felicidades por tu página.