En el instituto se habla de paz, desarmamento, pacifismo y solidaridad. Inesperadamente, suena el teléfono. Una alumna atiende la llamada. El mensaje la inquieta. Su madre acaba de tener un accidente de ciclomotor (conductora A). Ella y su padre se personan en el lugar de los hechos. Cuando llegan, su madre los espera de pie, pero en el suelo, sin poderse mover, está la ocupante de la motocicleta que su madre ha embestido por la parte trasera (conductora B). No se preocupan por ella, no preguntan, no la asisten. Varios testigos avisan al marido de B porque esta no puede moverse, pues el dolor le impide apoyarse en una de las manos y además ha dado con las dos rodillas en el suelo. Por suerte, la caída se ha producido casi delante de su casa, en una plaza muy céntrica y concurrida. El marido acude al momento.
Entre tanto..., A, su marido y la hija se disponen a rellenar el parte. Es la hija quien rellena los datos de ambas partes, pero el calco queda en blanco. El marido de B conoce a esta familia. Se los cruza a diario, porque A trabaja en el bar que da a la plaza y aparca todos los días su ciclomotor en el aparcamiento que está enfrente del domicilio de B, así que no duda en depositar su confianza en ellos, firma el parte y queda con ellos que le dejarán la copia cumplimentada en el buzón.
Y la copia llega al buzón totalmente manipulada. El croquis y las observaciones no son fieles a lo sucedido. ¿Quién ha manipulado a quién? ¿Quién ha manipulado qué? La letra del parte es de la estudiante. En casa, a traición, los padres, por mediación de la joven, amañan el parte para inculpar a B. No dan la cara. No informan de que han dejado el parte en el buzón como habían acordado, al contrario, se apresuran a tramitar la reclamación a través de su agente de seguros. Cuando el marido de B recoge la copia del amistoso (?) todo indica que no queda otra que presentar alegaciones y... DENUNCIAR. Denunciar a los cuatro vientos a estos padres por una mala praxis, por actuar sin transparencia, por enseñar a su hija a manipular documentos en beneficio propio, por violar los principios de la enseñanza en valores que la escuela se esfuerza en inculcar.
Yo soy B y este es mi grito de impotencia.
¡Qué rabia, Lu y qué impotencia! Padresmanipuladoresenseñando las peores artimañas a sus hijos. Solo espero que la verdad les estalle en la cara y la mala comciencia les visite cada noche.
ResponderEliminarÁnimo.
Maru
La alumna ha aprendido algo que parece triunfar a diario: la mentira en beneficio propio. Lo has sufrido en tus carnes en forma de accidente, pero sabes bien que es más de lo mismo todos los días. Esos padres -u otros- no dudarían en mentir ante una denuncia de acoso: pensarían que protegen a su hija. Esos padres -u otros- firman justificantes de enfermedad cuando su hija no se ha preparado un examen, para que tenga las preguntas al día siguiente. Esos padres -u otros- difunden cotilleos difamatorios sobre profesores a los que su hija 'no les cae bien', aun sabiendo que su hija nunca cae bien a nadie académicamente. Esos padres metafóricos que maleducan con el ejemplo son legión, aunque has tenido la mala suerte de topar con un espécimen cercano de ellos.
ResponderEliminarUn saludo y suerte con el restablecimiento de la salud y la dignidad.
¡Qué bochornoso! Quizá era de esperar por parte de unas personas que no se dignan preocuparse por la persona que ha sufrido el accidente y está tirada en el suelo. Es triste pensar o, mejor dicho, saber que hay padres transmitiendo este tipo de valores a sus hijos. No puedo estar más de acuerdo con lo que dice Toni. Solo espero que tengas una pronta recuperación y que el mal trago pase rápido y de una manera justa y digna para ti. Un saludo.
ResponderEliminarMe dejas de piedra. ¡Es lamentable! Espero que te recuperes pronto, y como Maru, que la conciencia no les deje dormir. Quiero pensar que también somos muchos los que educamos a nuestros hijos en la honradez; si no, dan ganas de irse a Sebastopol, como muy cerca. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarOs dejo un elace a un nuevo blog de actualidad, echadle un vistazo, fresco, algo crítico, un punto de vista diferente.
ResponderEliminardiccionariodebitacora.wordpress.com
Oa agradezco el apoyo (que necesito). Mi marido y yo hemos ido con un lirio bajo el brazo, pero está visto que el entorno hostil en el que nos movemos no permite descuido alguno. Si algo lamento es que hemos tenido que enseñar a nuestros hijos a prevenirse ante situaciones como esta. ¡Es terrible!
ResponderEliminar¡Cómo siento que te hayas visto envuelta en algo así, Lu! Es triste ver cómo la honestidad es un concepto absolutamente desconocido para algunas personas.
ResponderEliminarUn abrazo enorme cargado de cariño y ánimo.
Como acabo de escuchar en Salvados, se educa en casa y se enseña en la escuela. Es muy difícil ir contra lo que uno ha aprendido en el núcleo familiar, que siempre acaba convirtiéndose en el verdadero estilo de vida.
ResponderEliminarÁnimo. Conociéndoos, seguro que estaréis más dolidos por tener que modificar vuestra visión del mundo (y la de vuestros hijos) que por el hecho en sí. Espero que te recuperes físicamente y quede como un mal sueño, y que se solucione pronto. Un abrazo.
Inés, tú lo has dicho. La honestidad brilla por su ausencia.
ResponderEliminarNacho, has acertado. Nos duele por nuestros hijos y por lo que supone tener que convivir con quienes no han tenido escrúpulos y han hecho lo que han hecho. Solo nos queda denunciar con la palabra.
Yo he vivido hace mes y medio el ejemplo contrario. mal día, lluvia y mala visibilidad. Yo circulo con mi motocicleta a una velocidad normal, de repente delante de una ambulancia aparcada sale un coche sin visibilidad y se incorpora. Freno en seco y derrapó los pocos metros que me separan del coche. impacto en un lateral de su coche y mi moto queda siniestro. El chico nervioso, recién salido de llevar a su padre a urgencias se disculpa me dice que no me preocupe de nada, rellena los papeles y me voy a urgencias a que me miren un desgarro en la pierna. Todo perfecto, se arregla sin problemas, el seguro se hace cargo, las peleas habituales por el valor venal de la moto y cierre amistoso.
ResponderEliminarGracias por ser una persona decente,hacerte cargo de la situacion y la rwsponsabilidad . le podía haber pasado a cualquiera, no se veia , ibas nervioso y con la lluvia no era posible que frenase a tiempo. Si algún día me pasa alfo así, espero poder reaccionar igual que esta persona.
Gracias, sergio
Siento muchísimo, Lu, por lo que estás pasando porque en este caso, además del daño físico duele más el moral. Y viniendo de un pueblo pequeño, más; y viniendo de gente conocida, aún más...
ResponderEliminarVuestra reacción es la correcta, la denuncia, y la denuncia pública para que alguien aprenda la lección.
Mientras tanto, tú recupérate del todo -ahora es lo más importante- y a seguir con esa filosofía vital, de la que tus hijos se sentirán orgullosos. ¡Cuídate y un beso!
Espero que te recuperes y que desaparezca el dolor, ya que la rabia tardará más en curarse
ResponderEliminarAyer no daba crédito cuando te leía, francamente creo y espero que ese comportamiento les pase factura de alguna manera, aunque quizá ya lo ha hecho con el ejemplo que han dado a sus hijos.Besos reconfortantes.
ResponderEliminarTu ejemplo nos ayuda a todos: nos ayuda a estar prevenidos, a ir siempre más allá en nuestra profesión, a hablarlo con nuestros hijos, a saber gritar en el tono y en la dirección correcta... Gracias y ponte rápido buena.
ResponderEliminar¡Qué vergüenza! Espero que te recuperes, aunque el dolor físico en estos casos se diluye ante el dolor moral.
ResponderEliminarNo tengo que añadir nada más a lo ya dicho. Solo espero que te recuperes cuanto antes.
Un fuerte abrazo
Anónimo, gracias por contar tu caso. Creo que es ejemplar y que merece ser dicho en voz alta. Ojalá yo hubiera podido escribir una nota de agradecimiento en lugar de una de denuncia.
ResponderEliminarMarcos, tú sabes a qué plaza y a qué bar me refiero y por lo mismo, sé que puedes imaginarte el dolor que supone.
Eduideas, gracias por tu visita. Y tus palabras.
Gracias también por vuestra palabras, María José, Patxo y Virginia.
Sólo un abrazo. La honestidad no se deja ver demasiado en estos días pero hay que seguir inculcando y practicando los valores positivos de siempre...
ResponderEliminarAcabo de enterarme, LU, y siento como propia tu impotencia. Lo que cuentas es un reflejo de la miseria moral que permea la vida social y política de este país. Espero que, al menos, el daño físico sea menos que el moral.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Primero, deseo que las secuelas físicas ya hayan desaparecido (supongo que el otro daño tardará en irse). Cada vez estoy más asqueado de la bajeza moral que nos rodea en todos los ámbitos. El lema imperante del "si me puedo aprovechar, me aprovecho" me indigna hasta unos límites... Nuestra sociedad no se hará fuerte hasta que no cambie la mentalidad, hasta que el civismo no sea una regla de oro, hasta que la MORAL no guíe nuestras vidas.
ResponderEliminarUn fortísimo abrazo
Blogge@ndo, Ángel, Alberto, lamentablemente la honestidad brilla por su ausencia, por ello creo que es un deber moral sacar a la luz comportamiento desleales.
ResponderEliminar(Mi salud mejora poco a poco)
Lo siento mucho, Lu.
ResponderEliminarLas buenas personas son las que tienen el papel de sufridores en el gran teatro del mundo, porque el que tiene la oportunidad de aprovecharse no titubea. No cabe duda de que los principios morales de la honestidad, de ser buen ciudadano, de ayudar al otro, de ser educados, en definitiva, están en franca retirada.
Sin embargo, merece la pena luchar desde la escuela y los institutos por esa meta; hay mucha gente buena todavía que merece nuestra dedicación.
Un fuerte abrazo. Espero que te repongas pronto. Necesitamos tu faro encendido y a pleno rendimiento.
Puedo entender los defectos, vicios, errores de las personas. Pero la maldad no la entenderé nunca. Hacer daño a alguien conscientemente, incluso cuando produce un beneficio para uno mismo, me parece lo más rastrero a lo que puede llegar el ser humano. Me da vergüenza ajena.
ResponderEliminarMuchísimo ánimo, Lu.
Manolo, ando un poco apagaílla, pero espero recuperarme. Gracias
ResponderEliminarSilvia, yo tampoco doy crédito. Al margen de lo que las aseguradoras acuerden -me trae sin cuidado, de veras- lo que más me duele ha sido el proceder a escondidas lo que me ha molestado. Gracias por los ánimos.
Lu, creo que el daño principal está en ese estupor que te invade ante la falta de humanidad de personas que te rodean y que tú supones de buena fe, una humanidad que damos por descontada en los demás y que la terca realidad, día tras día, se encarga de demostrar que no viene de serie. Y lo que no viene de serie -es decir, de casa- casi nunca se adquiere.
ResponderEliminarLo siento de verdad, pero sé que una experiencia tan frustrante no cambiará tu manera luminosa e iluminadora de ver la vida. ;)
Abrazo fuerte,
Paco
Lu. Siento que te haya pasado algo tan frustrante. Te sigo desde Torredembarra, y nos alegramos de saludarte, "in illo tempore", a la vuelta de las jornadas en Lleida, " Tonto el que no lea". Y el dibujo de la dehesa de Ágreda me ha encantado, porque tengo al lado a un casi agredeño!!!, que se ha emocionado. Ah, y te acababa de felicitar en Twitter por tu legión de seguidores. Un abrazo muy fuerte y que te recuperes pronto!
ResponderEliminarAntes de nada espero que estés mejor y más recuperada físicamente, aunque seguro que la decepción aún no ha sido del todo asimilada. Lamentablemente los valores que día a día transmitimos en la escuela no se conrresponden con los que los alumnos reciben en la familia, este es un hecho que debemos aceptar aunque nos cueste, aunque no por ello cesaremos en nuestro empeño por contribuir a formar a personas honestas, honradas y en definitiva "buenas personas".
ResponderEliminarHace ya demasiado tiempo que la palabra dada carece de valor, que se nos obliga a ser prudentes, a desconfiar de todo y de todos.
ResponderEliminarYa no solamente tenemos miedo a confiar en alguien, si no que luego sentimos vergüenza cuando nos damos cuenta de que un sinvergüenza nos la ha jugado.
Mi mensaje es un intento de apoyo y de admiración. Admiración por ser gente de palabra, por confiar en el vecino, por ser gente honesta.
Decirle a vuestra hija que sí, que hay que andar con cuidado. Pero decirle también que tenga palabra, y que se gane la confianza de la gente.
Ánimo y un abrazo
Lo siento por haber sufrido algo tan habitual. ¡¡Y sois gente conocida!! Es vergonzoso. La gente es desconsiderada, mentirosa y manipuladora para adaptar la realidad a su conveniencia, sin importar el mal ejemplo. Eso es muestra de que hay muchos piscópatas sociales en nuestras ciudades.
ResponderEliminarDesprecio a la gente ruin pero desgraciadamente hay que contar con esas personas.
ResponderEliminarÁnimo Lourdes, espero que pronto te encuentres bien.Todos te admiramos. Un saludo
Puri
Muchos ánimos, Lu. Acabo de leer el relato del accidente y me he quedado completamente desconcertada.
ResponderEliminarMejórate pronto, lo más importante es que te restablezcas completamente.
Un abrazo fuerte.
Gracias por vuestro apoyo. Ahora ya sé el resultado de las pruebas. Tengo que operarme las dos rodillas. Va a ser un trimestre durillo.
ResponderEliminarQue falta de ética, de responsabilidad de lucidez, además que ser desconsiderados con la persona afectada. Enfrentan a su propia hija a la deshonestidad, ¿que futuro le esperará? ¿a donde llegará con estos malos ejemplos?.
ResponderEliminarSi cuando nos equivocamos aceptáramos nuestros errores y tratáramos de enmendarnos las cosas marcharía mejor
Siento muchísimo, Lu, por lo que estás pasando porque en este caso, además del daño físico duele más el moral. Y viniendo de un pueblo pequeño, más; y viniendo de gente conocida, aún mas
ResponderEliminarUna saludo y espero que te recuperes pronto...
Hola a todos. Primero desearte Lu que estés mejor. Tu caso, lo lees, te asombras y ni por un momento se duda de que sea falso. Y es que ya no nos sorprende nada. ¡Qué lástima! Te diré que desde pequeños, los niños se acostumbran a mentir de la mano de sus papás. Además en tonterías en las que ni beneficio pueden sacar. En una tontería como no hemos traído la bata porque se acaba de manchar, y luego el niño te cuenta que se la han olvidado, que llegan tarde por un atasco y luego ellos, todavía inocentes, te cuentan que se han dormido. ¡Qué pena! Así nos va.
ResponderEliminarLo siento un montón espero que tu recuperación de sus frutos. Yo también he tenido un accidente de moto y son muy desagradables. En cuanto a la parte educativa es brutal la negligencia, pero has hecho muy bien. Te dejo esta lectura que yo misma escribí acerca de un suceso que me paso está vez en bici .... Un abrazo enorme.
ResponderEliminarhttp://arteforart.blogspot.com.es/2011/11/el-1-y-2-agente-educativo-la-familia-y.html
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ResponderEliminarCOMO DESARROLLAR INTELIGENCIA ESPIRITUAL
ResponderEliminarEN LA CONDUCCION DIARIA
Cada señalización luminosa es un acto de conciencia.
Ejemplo:
Ceder el paso a un peatón.
Ceder el paso a un vehículo en su incorporación.
Poner un intermitente.
Cada vez que cedes el paso a un peatón
o persona en la conducción estas haciendo un acto de conciencia.
Imagina los que te pierdes en cada trayecto del día.
Trabaja tu inteligencia para desarrollar conciencia.
Atentamente:
Joaquin Gorreta 55 años