Pinchar en la imagen para verla en tamaño original.
Ésta es un "joya ortográfica" que circula por Internet. Un documento para ir poniendo en situación a los profes (¡las alumnas enamoradas con arranques como éstos existen!). Quizá, también, un texto para iniciar el curso.
Sí, lamentable ortografía...Pero también se puede ser optimista: se entienden las frases y se sabe lo que dice, que no es poco en una literatura de este tipo, bastante frecuente en nuestras clases, aunque no tan larga...
ResponderEliminarAunque no nos da mucha moral a los profesores de lenguas, claro.
Enterarnos de la vida interior (y exterior) de nuestros alumnos es una compensación (quizá malsana) por todos los disgustos ortográficos (y morfosintáctico-textuales) que debemos padecer a lo largo del curso. Las redacciones de los primeros días acerca de cómo han pasado el verano dan para una antología del horror.
ResponderEliminarMui dibertido, maehtra ;-)
La carta es un desastre pero ¡cuánta vida contiene!¡Cuántos sienten así y no saben darle mayor sutileza a sus sentimientos! Quizás esta carta es una excelente radiografía de la sentimentalidad adolescente y no tan adolescente. Muchas teleseries no contienen mayor densidad intelectual que esta carta a la que podemos calificar como espontánea e ingenua, aunque desoladora en el plano formal. No hay mucha mayor elaboración intelectual en los sentimientos en la mayoría de las personas que ven la televisión. Proust es para exquisitas minorías.
ResponderEliminarUn ejemplar perfecto para nuestro concurso de Cartas de Amor ¿qué edad le echáis?
ResponderEliminarSi la autora de esta carta fuera una heroína romántica que tuviera un mayor dominio del estilo y de la forma sencillamente diría: "Ámame, que desfallezco sin tu amor. No sé vivir sin ti". Creo que es todo lo que dice, nada más ni menos que eso. Se puede hacer un buen ejercicio de síntesis con la carta, un buen ejercicio de dar forma correcta a un sentimiento apasionadamente romántico (porque lo es).
ResponderEliminarÏBlA, ahí radica el problema de la perpetuidad de la mala expresión, que los hablantes reponemos lo aquello de lo que carece el texto de la carta. Por eso la entendemos.
ResponderEliminarAntonio, los alumnos vierten en los textos escritos su agitada vida interior (la carta es una muestra indiscutible) y los profesores de lengua debemos hacer el (mal) papel de tener que corregir lo que el alumno no sabe decir de otra manera. ¿No crees que hay una cierta perversión en nuestra tarea de correctores? ¿Cómo le dices a esta muchacha enamorada que remedie el desaguisado de su texto si lo que más le urge es que "le suba la tensión"?
Blogge@ando, no sabría decir qué edad puede tener esta chica. ¿Doce? ¿Quince? ¿Se podría hablar de una edad ortográfica?
Joselu, has resuelto una de las preguntas que voy a plantear a mis alumnos de 3º el primer día. ¿Qué pretende expresar la joven cuando dice repetidas veces "me baja la tensión"? Me temo que el verbo "desfallecer" no figura en su vocabulario activo (Saussure) y tendré que sacarlo a la luz en clase.
Si hay algo que aflora en este texto es la convicción de esta "heroína romántica" de que su amor es verdadero y de que lo que más desea en este mundo es "borbel" con Jonatan (nombre ficticio).
¿Cabría preguntarse por qué a las chicas les baja la tensión mientras a los chicos les sube la bilirrubina?
ResponderEliminarAsí va la educación en este país que todavía hay profesores que "perdonan" semejante bodrio de carta.
ResponderEliminarJoselu, Antonio, Lu, lo siento: no hay por dónde coger esta carta. Se mire como se mire, ya se trate de disculpar su pasión juvenil o de comprender su ardor enamoradizo... Lo siento, es un buen reflejo de cómo escriben nuestros alumnos -los jóvenes en general- y quizá la reflexión más certera sea sobre nuestro trabajo, sobre los usos y costumbres actuales, en fin, lo de siempre...
ResponderEliminarNo quiero dejar pasar la ocasión para invitar desde aquí al Jonatan a que le responda raudo y veloz a su amada y que nos deje copia de su escrito.
Si alguien conoce a estos muchachitos me gustaría tener una entrevista con ellos en RadioWeb 2.0, a ver cómo andamos en expresión oral. Me hago una pequeña idea...
Creo que puede utilizarse la carta para tratar no sólo la redacción, el vocabulario, el registro, la ortografía... sino también para comentar cómo se muestran los sentimientos de esta chica y relacionarlos com el tópico del amor imposible a través de los tiempos. ¿Quizás para plantear que el sentimiento de la muchacha no es tan distinto del mostrado por los trovadores provenzales o las enamoradas de las Cantigas de amor?
ResponderEliminarMaria Rosa (Plisdelengua.blogspot.com)
Bufff, estoy deseando ver ese estudio, proyecto, artículo... que mencionaste en Getxo: de la oralidad a la escritura. Y antes no vendría mal darles armas para que se defiendan expresando emociones (acabo de leer "Educar las emociones y sentimientos" de Manuel Segura y se me han ocurrido unas cuantas actividades; deformación profesional, jo).
ResponderEliminarHola que tal? Soy Angel Sanz, Te interesa poner anuncios de texto en tus blog.
ResponderEliminarPuedes ganar hasta 50 euros por cada blog o web.
Le rogamos nos remita los blogs , para poder revisarlos
Saludos cordiales.
Angel
tel : 963237791 // España +34
Puedes contactar por mesenger si quieres:
angelsanz.comercial@hotmail.com
Puedes contactar por facebook si quieres :
angelsanz.comercial@hotmail.com
Tambien tenemos un sistema de referidos , que ganas una comision mensual
por cada pagina o blog del usuario que traigas , la comision de referidos es de 10 hasta 50 euros mensual por pagina o blog.
yo soy fans de las redacciones en clase en los primeros ciclos y sería un buen tema el ejemplo de esta carta.
ResponderEliminaryo titularía esto, como Arriba el amor, abajo la ortografía.
Yo titularía esto como Arriba el amor, Abajo la ortografía.
ResponderEliminarJejeje, ya la había leído (o sufrido) y me puedo imaginar qué tipo de alumna la habrá escrito. Habría que ver en qué contexto se ha escrito para antes criticarla (a lo mejor es una alumna que ha aprendido a escribir el año pasado, por ejempolo) y antes de criticar a los profesores que "perdonan" este tipo de expresión. Me parece más interesante y productiva la actitud de quienes buscan sacarle algún provecho.
ResponderEliminar¡Saludos!
Isabel, así parece. El amor está reñido con la ortografía en este documento.
ResponderEliminarJuliii, suscribo el tono de tu comentario por lo que respecta a los profesores que "perdonan" estos desaguisados lingüísticos.
Marcos, no sé si Jonatan responderá, pero aquí tienes otra carta complementaria. Estoy preparando una actividad con ambas. A ver qué sale.
Carlos, no sé si voy a hablar del tema, pero te aseguro que pensar, pienso y mucho sobre la implicación entre la oralidad y la escritura.
Marcos, me temo que va a ser imposible oír en vivo y en directo a esta muchachita. Desconozco el origen de la carta. Circula por Internet sin la autoría de quien la puso en circulación.
Me tomo la licencia de colgar este impresionante documento lingüístico en mi blog http://profedelengua.blogia.com.
ResponderEliminarSaludos, y enhorabuena por el blog...
Administrados, tu comentario me ha llevado a tu blog donde he descubierto artículos muy interesantes.
ResponderEliminarUn saludo
Caigo en este blog, por casualidad, como siempre me pasa, y descubro a una colega impresionada por la carta de la Jenny, como yo.
ResponderEliminarMe parece que algo tenemos que hacer desde nuestra materia, asignatura o área, o como leches quieran llamarla ahora...