5 de enero de 2008

Comensal, cocinera y maga



Comensal, cocinera y maga...
Si tuviera que resumir en tres palabras mis vacaciones navideñas y, por ende, mi descanso blogueril, éstas tres servirían para resumir en qué he dedicado la mayor parte de mi tiempo. Y, además, por este orden. Primero fui de invitada, después me correspondió el papel de anfitriona y esta noche seré maga.
La desconexión ha sido voluntaria. Quería comprobar qué grado de adicción tenía a este caramelo que son los blogs. Confieso que me ha costado no asomarme a leer a mis preferidos. Es lo que he ido haciendo en los ratos de tregua. Me ha costado muuuuuchísimo ir aplazando la publicación de asuntos que, con el transcurso de los días, han ido perdiendo actualidad y, finalmente, he arrinconado. Admito que padezco blogadicción, pero no pienso incluir en los deseos del año que acabamos de estrenar el propósito de dejarlo. No.
Hay algo que sí he hecho y de lo que quizá algunos se hayan percatado: ir añadiendo en el diaporama del post anterior las viñetas que Forges nos ha ido regalando. Ha sido como publicar furtivamente, de puntillas.

La noche del día 5 de hace muchos años, tuve una conversación con mi padre que nunca olvidaré. Yo era inocente -ya me entendéis- y mi padre decidió desvelar el secreto la misma noche. Lo que pudiera parecer una crueldad ha sido uno de los momentos que más intensamente he vivido y recordado. Entre el reflejo de la lámpara y sentado al borde de mi cama, mi padre me dijo que, con el correr de los años, llega un día en el que todos somos magos. Tenía razón. Esta noche, con el sueño de mis hijos de aliado, seré "maga por un día".

Y cómo voy a dejar los blogs, si ya me han anticipado algunos juguetitos (aviso: no recomiendo poner esta palabra en Google):
Imagen reflejada
kwout: capturador de pantallas | II
Magmypic | II
Signgenerator
Scketchcast

4 comentarios:

  1. Hago una pausa en mi labor subrepticia de mago para asomarme a tu blog, pues también a mí me cuesta cada día más superar la blogadicción (aunque ya se sabe que los placeres postergados son más sustanciosos...)
    De todos modos, ya ves que, en la red, las novedades de la semana pasada son hoy casi reliquias que uno recuerda vagamente. Menos mal que los reyes son magos y no blogueros, porque, si no, la mitad de los niños se quedaba sin juguetes.

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  2. Hola Lu, la rapidez del día a día en los blogs nos pesa y nos abruma porque parece que no llegamos a todo. Cuando te apartas y descansas de la pantalla te das cuenta que no es tan grave, e incluso muchas veces es una medida de salud bloguera, recuperas el ánimo y las ideas.
    Eres una Chamán de los blogs, mujer sabia que sabe distanciarse, algo harto difícil de conseguir.
    Saludos

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  3. Es un regalo que aparezcáis por aquí en un día como hoy.
    Distanciarse es bueno, Isidro, pero no siempre tiene uno la seguridad de regresar. La blogosfera atrapa y absorbe. Pero depende de en qué circunstancias nos veamos, incluso puede ser una carga excesiva.
    La tentación del abandono pesa como espada de Damocles.

    Un saludo a los dos y gracias por vuestra visita-regalo.

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  4. Anónimo7:09 p. m.

    comensal, cocinera, maga, chamán...
    no te faltan méritos.

    Feliz año

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