5 de mayo de 2007

De lectores y literatura juvenil


Aunque con algún retraso, retomo el tema de la literatura juvenil que inició José Mª González de la Serna y que ha suscitado un auténtico debate entre los bloggers de lengua.
Me sumo a este "casi meme", no para ofrecer mi lista de lecturas juveniles, pues algunos de mis títulos aparecen esparcidos en las listas de José Mª, el Tigre, Leonor, Antonio, sino para comentar un estudio que Josep-Francesc Delgado, escritor de literatura juvenil, realizó el curso pasado, una parte del cual puede consultarse en la red.

En su intento por elaborar un canon de literatura juvenil, propone una definición de los tipos de lectores de secundaria. Las clasificaciones son de por sí imperfectas; no obstante, la propuesta de Delgado me parece un buen punto de partida.

Él habla de...

1. Los recién llegados.
2. Los lectores con dificultades.
3. Los antilectores
4. Los lectores estándar
5. Los lectores expertos

A partir de esta tipología, elabora las listas con los títulos recomendados. Apuesta por un canon adaptado a la diversidad existente en las aulas. Sus títulos son todos de obras de literatura juvenil en catalán, no estaría nada mal que hubiera su equivalente en castellano.


10 comentarios:

  1. Anónimo7:01 p. m.

    Estamos en mayo y el tema de fijar lecturas para el curso que viene ya se ha abierto. Como siempre las editoriales están detrás.

    En mi instituto el debate resulta de los más dispar. Estamos seis en el seminario de castellano y cada uno tenemos nuestra idea. Y detrás de la misma, claro, hay una concepción del papel de la lectura en la enseñanza...

    No te voy a detallar cada planteamiento. Sólo decirte que ni nos ponemos de acuerdo ni nos pondremos nunca.¿Conoces a algún profesor que escuche a otros profesores y quiera aprender de ellos?

    Esa diferenciación de lectores que propones me parece muy correcta. Yo suelo dejar que cada alumno vaya encontrando los libros que de verdad le apetece leer. Y no necesito leérmelos yo. (Hay "gente" que piensa que cualquier libro que haya de leer un alumno ha tenido que ser leído por el profesor.)

    Bueno el tema daría para mucho, pero esto es sólo un comentario y no una tesis doctoral...

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  2. Anónimo7:29 p. m.

    Soy un aspirante a opositar. No sé cómo he llegado a tu blog, pero me alegro. Al menos alguien habla de didáctica.

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  3. Anónimo11:24 a. m.

    Sí que sería muy interesante un equivalente en castellano, porque la clasificación, como tú dices, es un buen punto de partida.

    El comentario de Javier también pone el dedo en la llaga, es una pena que la disparidad de criterios muchas veces, en lugar de enriquecernos, nos lleve a encerrarnos en nuestras posturas. Tengo que reconocer que yo he tenido mucha suerte con mis compañeros, siempre ha habido diálogo y nunca hemos tenido que acatar órdenes, pero no siempre es así.

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  4. Es cierto que, a veces, cuesta aunar opiniones.
    En mi caso, me siento una privilegiada. Ana Romeo y yo somos compañeras de trabajo desde hace más de tres lustros. Tenemos gustos literarios muy diferentes, pero coincidimos en los principios que deben regir la enseñanza de la literatura en los adolescentes.

    Un privilegio que disfrutan nuestros alumnos.

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  5. Uno de los aspectos más interesantes de los blogs es que puedes aprender de los demás al ritmo que elijas. En un ambiente cerrado (los departamentos lo son), la suma de pequeños gestos (aprobatorio o desaprobatorios) puede generar tensiones (y a la hora de proponer las lecturas, uyuyuyyyy). En la red, con las actividades que uno lee de los demás, puede asentir, discrepar, archivar, demorar... y lo hace con el silencio o la bulla que quiera.
    Creo que tengo muchos puntos de encuentro con las ideas que expone Lu, pero también alcanzo a entender que mi docencia y la suya son muy distintas. Y cuando coincidimos, me alegro doblemente.
    En cuanto a las lecturas, apunta Javier una idea interesante. También yo, hace poco, pensaba que no podía recomendar libros que no había leído. Sin embargo, este curso me está funcionando muy bien la recomendación alumno-alumno. Si puedo y me apetece, lo leo, pero, en el fondo, son ellos los que tienen la última palabra.

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  6. En esta tarea, pues, me tendrás desde este momento. Gracias por las pautas, que seguro emplearé en la próxima reunión de departamento. Un abrazo.

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  7. Como diría Javier (Entre lilas y amapolas olvidado) la lectura es una actitud. Todos sabemos que funciona mejor la mímesis entre iguales, por lo que siempre será más efectiva la recomendación de un alumno que la que haga el profe.
    Una táctica es coger de aliados a los lectores expertos para que hablen de sus lecturas (hay siempre más de uno en todas las clases). Levantan admiración os lo prometo. Más que nosotros.

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  8. Totalmente de acuerdo. Por experiencia propia lo digo. Un abrazo.

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  9. Anónimo11:54 p. m.

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  10. Anónimo11:56 p. m.

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