2 de junio de 2006

BLOG SÍ, BLOG NO, BLOG A VECES...



Hace escasos días recibí un correo de Victoria Abad quien, además de otros asuntos, me comunicaba que había cancelado su blog. Entre las causas, mencionaba la angustia que le creaba tener que actualizarlo constantemente. Confieso que yo he estado tentada en muchas ocasiones de poner fin al mío, sobre todo desde que me adherí al Tinglado, o bien de hacer lo mismo que José Mª Campo, dejar un mensaje de "PAUSE". Pero aquí sigo, aunque, como dice Elisa en un comentario del post anterior, se me nota en baja forma. Sí.
Mi experiencia en El Tinglado me lleva a pensar que quizá sean los blogs colaborativos la solución a tanta dispersión. Además en ellos se crean pequeñas comunidades de aprendizaje. Son un buen remedio a la premura de publicar, pues siempre hay algún profesor dispuesto a hacerlo. El blog asegura así su permanencia y constante actualización.

6 comentarios:

  1. Hola Lu,
    Tengo la misma sensación que vosotras. También yo andaba pensando en un blog colectivo; lo intenté en el instituto, pero es muy difícil mantener el compromiso de publicar constantemente. De hecho, el blog, sobrevive con dificultad.
    Quizá, la solución esté en plataformas como Joomla. No sé... Nuestros colegas, el grupo de Felipe, Lourdes Barroso, Luis Barriocanal, Isidro, etc. nos informarán de sus posibilidades de publicación.
    Ya había echado de menos el blog de Victoria. Respecto al tuyo, tómate un respiro si quieres, pero sigue trabajando. Yo aprendo mucho contigo.
    Un saludo

    ResponderEliminar
  2. Hola Lu
    Este tema que comentas lo he hablado con otro compañero cercano de blogs, Patxo, y otras veces también me he agobiado porque igual me he pasado toda la semana sin publicar.
    Creo que los blogs son para disfrutar y que no hay nada escrito sobre qué se debe hacer, a pesar de que hay muchos artículos que aconsejan esto y lo otro.
    Los blogs colectivos te dan un respiro en cuanto a publicaciones, el blog personal parece que en algunos momentos sea una carga.
    Yo estoy en un momento que no me preocupa, porque puedo leer lo que otros amigos y amigas publican y comento sus artículos, como ahora.
    A pesar de que mi Bloglines me dice que no has publicado me suelo dar una vuelta por tu blog.
    Lu, sigue a tu ritmo que es el que te dice qué tienes que escribir y contar.
    Saludos cordiales

    ResponderEliminar
  3. Anónimo11:41 p. m.

    Con lo que me ha costado introducirme en los blogs, ahora no puedes claudicar. Yo estoy en esto por tu empuje.

    ResponderEliminar
  4. Anónimo5:44 p. m.

    Lo que comentas, Lu, es un sentimiento muy extendido. Cada vez nos damos más cuenta de que los blogs individuales no llenan tanto como los colectivos, donde estás además rodeada de compañeros que te ayudan. Ya hay muchos blogs, y llegará un momento en que estaremos saturados. Sin embargo, todavía podemos mantener nuestro blog personal si publicamos sin prisas, porque más vale calidad que cantidad. Con tus palabras has tocado un asunto importante que da mucho que pensar.

    ResponderEliminar
  5. Quizá he transmitido un sentimiento de desánimo que no se corresponde exactamente con la realidad. Ciertamente, mi reflexión iba en otra dirección, en la de señalar que la blogosfera educativa va definiendo sus fronteras, y yo intuyo que, en adelante, los blogs colectivos marcarán nuevas líneas de reflexión y trabajo.

    (Agradezco muchísimo vuestra palabras de apoyo, me hacen sentir acompañada.)

    ResponderEliminar
  6. Anónimo3:32 p. m.

    Pues a mí tampoco me gustaría nada que lo dejaras. No hay ninguna obligación de escribir con una periodicidad determinada, gracias a los agregadores no tenemos que pinchar a ver si hay una actualización, y cuando tú tengas las ganas o la necesidad de comentar algo, nos encontraremos con la sorpresa. Los blogs colectivos como El Tinglado están muy bien, pero A pie de aula tiene un carácter más personal y subjetivo, más directo; no son opciones excluyentes, sino complementarias.
    He visto el anuncio de vuestra comunicación en Espiral. ¡Qué envidia me dais! Para mí son demasiados kilómetros de distancia y demasiados los asuntos que me retienen aquí, ya nos contaréis cómo resulta todo.

    ResponderEliminar

Deja un comentario