29 de marzo de 2006

Contrato de maestras, que no maestros

Un amigo acaba de mandarme un documento histórico de no hace tantos años...




13 comentarios:

  1. Hola, Lu:
    Parece que -aunque no nos conozcamos en persona- tenemos intereses en común... A mí también me pareció muy curioso ese documento y lo publiqué en El suplemento ocasional de abril de 2005.
    Sigo con interés tu blog y te mando un cordial saludo.

    ResponderEliminar
  2. Anónimo2:35 p. m.

    Vaya, no me digas, y yo que creía que se había puesto en circulación recientemente.

    Va a ser que en Grecia andáis mas al día que por aquí.

    Saludos

    ResponderEliminar
  3. Anónimo2:36 p. m.

    Menuda movida en pocos días. Estás imparable...

    ResponderEliminar
  4. Anónimo2:38 p. m.

    No quiero ni pensar en cuál sería el tipo de contrato que, en caso de haberlo, tendríamos que firmar.

    ResponderEliminar
  5. Miremos el lado positivo: Se preocupaban de las condiciones higiénicas y de habilitabilidad del aula!!!

    ResponderEliminar
  6. Anónimo3:37 p. m.

    ¡Como me alegro de haber nacido más tarde!.

    Aprovecho este comentario para darte la enhorabuena por este cambio, has hecho todo un curso de informática en unos pocos días, y lo que es mejor: Has sobrevivido con éxito.

    Me alegro Lu. Te has puesto a salvo.

    ResponderEliminar
  7. Hola Lu
    Se nota tu vitalidad en los edublogs. Pocos sistemas parecen seguros. Te seguiré leyendo en esta nueva dirección.
    Saludos
    Isidro

    ResponderEliminar
  8. Menudo contrato, ¡pobres maestras y maestros por otras cosas! siempre abocados a velar por los usos y buenas costumbres prescritos por la utoridad de rigor... y con rigor.

    La distancia en el tiempo nos hace ver este contrato como lo que de hecho siempre fue, una ridiculez. Pero todos conocemos los requerimientos que en usos, costumbres e idearios siempre merodean el trabajo de toda persona dedicada a la educación.

    El tiempo pone siempre las cosas en su sitio pero no es mala reflexión la absuda farsa evidente en la distancia y los profundos silencios en los tiempos que estuvo viva... antes y ahora, por unas u otras razones.

    Enhorabuena por tu trabajo Lu, y ¡SOBRE TODO! no me discutáis (Lu y Leonor) por orígenes y autorías... por aquello de Bombay.

    No sé por qué pensaba que tú, Lu, también andabas por Grecia dando clases de español????

    ResponderEliminar
  9. ¡Cómo me gustaría!

    Mi geografía es otra: una provincia, Gerona; una localidad, Blanes; un IES rodeado de pinos, El Serrallarga.

    ResponderEliminar
  10. Yo viví y trabajé unos años en Barcelona, del 75 al 85 mas o menos. Cuando iba por Blanes con María, hoy mi mujer, teníamos como visita obligada y querida, la de darnos un paseo por el jardín botánico de Blanes, que era una preciosidad de vegetación bordeando el mar. Si andas por ahí tu insti, pues buen sitio.

    ResponderEliminar
  11. Es inegable que el jardín botánico de Blanes es bellísimo.

    El mundo es un pañuelo. Quizá hasta nos hemos debido de cruzar, por esos años Blanes no era tan grande como lo es ahora. Es una de las localidades más afectadas por la burbuja inmobiliaria. Menos mal que el jardín y el entorno que lo rodea es espacio protegido, que si no...

    ResponderEliminar
  12. Anónimo9:24 p. m.

    Creo que menos el 1 y el 11, me los he saltado todos. ¡Qué genial este texto!, claro que la genialidad radica precisamente en que, afortunadamente, nos resulta extraño.
    Me gusta tu nuevo hogar.

    ResponderEliminar
  13. Anónimo8:05 p. m.

    Pues anímate a venir a Atenas!
    Tendría muchísimo gusto en poder conocerte en persona...
    Y un mensaje para Javier:
    "Puse el comentario porque me hizo ilusión la coincidencia..."
    Un abrazo a los dos.

    ResponderEliminar

Deja un comentario