Nuestro Proyecto Sombra es homónimo del que hiciera Juan José Millás para El País. En él, el autor publicó varios reportajes en los que relataba su experiencia de ser la sombra de un personaje durante un día.
Nuestro Proyecto Sombra es una estrategia para recuperar a aquellos alumnos que en clase se muestran inquietos e inmotivados.
¿Qué hacer con ellos? La expulsión es un parche que solventa una hora de clase o, en casos extremos, unos días. Pero cuando el alumno regresa, el problema persiste e incluso se agrava.
Este curso doy clase en 1º de ESO. En los dos grupos en los que imparto lengua, hay unos 7 alumnos que distorsionan la clase levantándose, elevando la voz, molestando al compañero, reclamando insistentemente mi atención... Situaciones de sobra conocidas.
Hace unas semanas, en una reunión semanal del equipo docente, propuse una medida que tiempo atrás se había llevado a cabo en mi centro. Se trata de que un profesor se hace cargo de uno o dos alumnos conflictivos durante un día. A lo largo de todas las horas, los alumnos acompañan al profesor a sus clases, a sus guardias, a sus reuniones...
Hasta ahora, he tenido a mi sombra a tres alumnos. La segunda semana de curso a uno de ellos. Y la semana anterior, a dos. Durante el día que fueron mi sombra (ellos dicen que son mis guardaespaldas) asistieron conmigo a clases de bachillerato. Al entrar, expliqué a los bachilleres que estos alumnos tenían un trabajo que hacer y que no iban a interrumpir para nada. Y así fue. Tenían encomendada la tarea de observadores. Debían anotar en su cuaderno cómo se comportaban durante la clase los mayores y yo misma, para después contárselo a sus compañeros de curso.
El viernes hicimos la valoración. A***** y J******** se pusieron a mi lado, frente a sus compañeros, y contaron su experiencia en bachillerato. "No molestan" -dijo uno. "Trabajan y hacen preguntas" -dijo el otro. Y así fueron verbalizando su conocimiento de un nuevo patrón de comportamiento basado en la disciplina, la educación, la responsabilidad, el compromiso con el estudio...
Estos alumnos confiesan que siempre se han portado mal. Siempre, quiere decir toda la primaria. Alardean de sus tretas con otros profes, fanfarronean de haber contestado a éste y al de más allá... El viernes su orgullo era el de haber asistido a clase de los mayores y haberse portado bien. ¿Qué durará? No lo sé.
Nunca hay que cantar victoria, antes de tiempo. Queda mucho curso por delante. Si esta estrategia agota su efectividad, ya buscaremos otras.
De momento, hago mías las palabras de Millás, a propósito de su proyecto:
"Es una labor con la que aprendo mucho [...] aprendo constantemente y me sorprendo[...]."Imagen capturada de este vídeo